La vida de Excalibur, el perro de la auxiliar de enfermería gallega Teresa Romero que se infectó de ébola y su marido, no valía ni un euro. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha rechazado el recurso que presentó Romero y su marido tras el sacrificio de su mascota en 2014, por precaución y para evitar posibles contagios más. El matrimonio solicitaba una indemnización de 150.000 euros por "daños morales".

Teresa Romero y su marido reclamaban esta indemnización a la Comunidad de Madrid tras la ejecución de Excalibur por parte de la Consejería de Sanidad. El Tribunal considera que su muerte fue "inevitable", según figura en la sentencia a la que ha tenido acceso Efe.

Los jueces consideran que su sacrificio era necesario ante la imposibilidad de trasladar al animal vivo y que fuese custodiado por personal entrenado, a unas instalaciones adecuadas. La Sala sin embargo reconoce el "escaso conocimiento científico sobre la prevención y tratamiento del virus y sobre la infección y potencial riesgo de transmisión de los perros".

El Tribunal de Madrid condena al matrimonio a pagar las costas del juicio. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.