El teléfono contra el acoso escolar que el Ministerio de Educación puso en marcha hace seis meses ha recibido un total de 15.536 llamadas, es decir, una media de 86 al día, y de ellas unas 5.734 respondían a posibles casos de bullying, según los datos facilitados ayer por el Gobierno central con motivo del Día Mundial contra el Acoso.

Este servicio gratuito (900 018 018), atendido por una veintena de profesionales las 24 horas del día, los 365 días del año, arrancó el pasado 1 de noviembre de 2016. "El acoso escolar no puede ser un grito silencioso . Llama si necesitas ayuda. Somos muchísimos los que te queremos apoyar", indicó ayer en Twitter el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, para animar a las posibles víctimas a pedir ayuda.

A mediados de abril, el Ministerio de Educación informaba de que había trasladado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado un total de 74 casos y otros 156 a la alta inspección educativa para que sean investigados.

Por otra parte, con motivo del Día Mundial contra esta violencia en el ámbito escolar, la Valedora do Pobo reclamó ayer "contundencia" y un abordaje "multidisciplinar" para combatir el acoso al tiempo que apuesta por prestar más atención "al sufrimiento de las víctimas". A través de un comunicado, la institución que dirige Milagros Otero ha lamentado que las medidas de detección, prevención y tratamiento y las campañas de sensibilización "no hayan conseguido poner freno a esta realidad". "Percibimos que los esfuerzos se centran excesivamente en tipificar la conducta, sin prestar la suficiente atención al sufrimiento de la víctima", indicó la Valedora, que recibe cada año "multitud de quejas en relación con esta problemática" tanto en Educación Secundaria como en Primaria.

La Valedora subrayó que el 27,5% de los 8.000 participantes en una encuesta realizada por el Defensor del Pueblo al inicio de este curso afirmaba conocer incidentes de violencia o acoso en sus respectivos centros. "El dato resulta preocupante y requiere de atención inmediata por parte de los ombudsman y de las instituciones educativas", recoge la institución.

El organismo gallego se hace eco "de las reivindicaciones" que realizan las familias por medio de sus quejas y apuesta por medidas como "reforzar la vigilancia en las entradas y salidas de los centros y en los espacios comunes fuera de las aulas". "También habrá que incidir en el fomento de la sensibilización del alumnado y en la formación del profesorado", indica la Valedora, que pide "contundencia" contra estas situaciones.

Por su parte, el sindicato de la secundaria pública ANPE pidió ayer la elaboración de un plan estratégico de mejora de la convivencia, que permita erradicar cualquier tipo de conducta violenta en los centros educativos. Desde el Defensor del Profesor de ANPE, como servicio de ayuda ante situaciones de acoso y violencia al profesorado, se hace hincapié en este tipo de situaciones que han irrumpido en los centros educativos y que causan "un importante sufrimiento a los alumnos y al resto de la comunidad educativa".

Alertan de que cada vez se están haciendo más visibles estas "complejas situaciones de convivencia" en los centros y la sociedad "es más consciente del dolor que padecen las víctimas de acoso escolar". Por ello, a su juicio, es necesario dotar de recursos a estos alumnos para la interacción social y defensa de sus derechos.