El maltrato no se ciñe únicamente a las relaciones de pareja. Un total de 145 padres denunciaron el año pasado a sus hijos por agresiones físicas o psicológicas en Galicia, lo que supone un 22% menos que hace solo cuatro años (fueron 187 en 2013) y sitúa a la comunidad gallega como la sexta con mayor número de denuncias por este tipo de maltrato, solo por debajo de Andalucía (715 casos), Cataluña (366), Comunidad Valenciana (334), Castilla y León (224) y Madrid (219), según los datos que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las agresiones de padres a hijos se engloban dentro de la denominada violencia doméstica, es decir, todo acto de violencia física o psicológica que ejerce un hombre o una mujer hacia algún familiar. Los datos del INE revelan que, durante el pasado año, hubo 206 denuncias por maltrato entre familiares en la comunidad gallega y un total de 311 víctimas. De ellas, casi la mitad (145, el 46%), la cifra más alta, eran el padre o la madre del agresor. Una cifra que ha evolucionado en los últimos cinco años. Si en 2011 fueron 167 los progenitores que denunciaron a su hijo, las demandas subieron a 187 y 191 en 2014 para bajar progresivamente desde entonces: 158 en 2015 y 145 en 2016. En el conjunto del país 2.851 padres se vieron en una situación tan extrema el pasado año que decidieron poner en manos de la justicia las agresiones de sus hijos.

Pero este no es el único tipo de maltrato que existe en los hogares gallegos. Un total de 71 hijos denunciaron a sus padres en 2016 por malos tratos, lo que también supone un 32% menos que en 2013 cuando la cifra ascendía a 105. Otra veintena de gallegos presentó una demanda por violencia doméstica contra su hermano o hermana (25) y doce abuelos tuvieron que dar el paso de llevar a los tribunales a sus nietos por maltrato. Pese a que las denuncias sobre nietos bajaron casi a la mitad en solo un año (en 2015 hubo 21), Galicia se sitúa como la tercera comunidad con más abuelos víctimas de maltrato, solo por debajo de Andalucía (22 casos) y Comunidad Valenciana (15), según el INE.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística permiten hacer un perfil tanto de los agresores como de las víctimas de violencia doméstica en Galicia. En el caso de los maltratados, las mujeres son mayoría. De hecho, seis de cada diez víctimas de ese tipo de violencia en la comunidad gallega son mujeres: 207 casos, frente a 104 varones. Pero la diferencia entre sexos se dispara en función de quien ejerce el maltrato. En el caso de que las víctimas sean los progenitores, hay el doble de casos en donde la agredida es la madre (97 durante 2016) que en los que es el padre (48). Cuando la violencia llega por parte de los progenitores, en ocho de cada diez casos la ejercen sobre las hijas (56 víctimas en 2016, frente a 15 hombres) y también hay el doble de mujeres víctimas del maltrato de sus hermanos (16) que varones (9). La mayor diferencia, sin embargo, se da entre los abuelos. Solo en 2016 hubo diez abuelas, víctimas de la violencia ejercida por sus nietos, frente a dos varones.

En cuanto a los agresores, la situación da un giro de 180 grados y en ocho de cada diez casos los denunciados son varones. Del total de acusados de maltrato durante el pasado año en la comunidad gallega, 165 eran hombres y 41 mujeres. Por edades, el grueso de los denunciados tenía de 25 a 44 años (101 casos), pero también hubo seis menores demandados por agredir a un familiar y una docena de agresores que superaba la edad de jubilación.

Tal y como ocurre con las víctimas de violencia, se establecen una serie de medidas cautelares cuando alguien es condenado por violencia doméstica. El pasado año se tomaron un total de 436 medidas cautelares contra agresores gallegos. La mayoría fueron prohibición de acercarse a determinadas personas (165), de comunicarse con las víctimas (128) o libertad provisional (66 casos).