La cifra de gallegos inscritos en las listas especiales de la Consellería de Sanidade para cubrir bajas imprevistas y de corta duración sigue aumentando. Lo ha hecho en un 5% con respecto a hace un año y en un ejercicio en el que el Servizo Galego de Saúde convocará oposiciones -un mínimo de 800 plazas y un máximo, si finalmente se puede, de 1.600-. Unas 11.800 personas están pendientes de una llamada telefónica del Sergas por si requiere de sus servicios mediante una incorporación inmediata para cubrir ausencias o bajas con carácter de urgencia.

Son aspirantes a un empleo que están apuntados voluntariamente en las llamadas listas pool y cuyo funcionamiento es ligeramente distinto al de las contrataciones temporales. El mecanismo pool está diseñado solo para cubrir bajas de última hora o reforzar plantillas en momentos puntuales de mayor carga de trabajo. La incorporación es inmediata, incluso con un margen de horas, por lo que deben estar disponibles en casi todo momento los 365 días del año, incluidos domingos y festivos, y son contratados por días, nunca por una duración superior a las cuatro jornadas continuadas de trabajo ni por más de diez en el cómputo mensual.

Para compensar esta "tasa de penosidad", el Sergas les otorga más puntuación para que así vayan ascendiendo en las listas generales de selección temporal, donde los contratos pueden ser más largos en duración y el plazo de incorporación al puesto no es tan estricto, dado que no existe esta urgencia como en el caso de las listas pool. Pero en ellas no tienen cabida todos los colectivos profesionales del Sergas. La inscripción es voluntaria y solo lo pueden hacer enfermeros, auxiliares de enfermería, pinches y celadores.

A pesar de que son unos 11.800 los profesionales inscritos en el poolHay mucha rotación debido a que las contrataciones que se hacen son por días, de manera que la mayoría consigue trabajar al menos algunos jornadas al año. "La Xunta abusa de este mecanismo y se supera en muchos casos el máximo de diez días trabajados al mes. Es una muestra más de la precariedad laboral con que funciona la Administración autonómica y la elevada movilidad del personal tiene consecuencias para los pacientes, pues con las sustituciones se dificulta la continuidad en los cuidados", denuncia la portavoz de la CIG-Saúde, María José Abuín.

Si ante la llamada del Sergas, el aspirante no puede atender el requerimiento, deberá acreditar las razones, pues de lo contrario no solo puede perder del contrato -aunque solo sea de unos días- sino caer al final de la lista.

En todo caso, sus condiciones han mejorado en los últimos años, ya que, por ejemplo, podrán disfrutar de descansos voluntarios anuales en los que quedarán temporalmente excluidos de los llamamientos del Sergas sin que sufran penalización alguna por ello. También se les garantizará "unos intervalos mínimos" entre turnos para evitar que fueran llamados a incorporación a las pocas horas de acabar la cobertura de una baja.

El colectivo más afectado por estas contrataciones por días es el de celadores. Son algo más de un tercio de total de inscritos actualmente. En las listas pool figuran 4.200. Una cifra que revela tanto el gran volumen de esta bolsa de demandantes de empleo como de su movilidad.

Para tareas de enfermería, tanto de ámbito general como para el 061 hay más de 2.900 personas apuntadas, mientras que para auxiliar de enfermería la cifra supera las 3.500. En cuanto a la categoría de pinche, son más de 1.100 los aspirantes que compiten por un contrato de corta duración.

Estas listas no paran de crecer y máxime en un año en el que el Sergas convocará oposiciones. Serán 800 plazas las que se saquen, si bien la idea de la Xunta es duplicar su número y llegar a las 1.600. Sin embargo, para alcanzar esta segunda cifra es necesario que sea autorizada por el Gobierno central a través de los Presupuestos Generales del Estado. Y junto a esta oferta de empleo, el Sergas está desarrollando un plan de estabilidad para estabilizar más de 800 plazas entre este año y el próximo.