Unos 100.000 españoles se encontraban en 2016 en el umbral del "juego problemático", un 0,3% de la población de entre 18 y 75 años, un año en el que el 81,9% de la población participó en juegos de azar, que crecieron en todas sus categorías a excepción de las apuestas de la ONCE. Además, el número de jugadores en línea se situó en 1,38 millones, 100.000 personas más que en 2015.