Un equipo internacional multidisciplinar liderado por la científica gallega Marisol Soengas, directora del Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha logrado visualizar in vivo las metástasis del melanoma antes de que ocurran, un avance importante si se tiene en cuenta que la detección precoz es especialmente importante en este tipo de cáncer. Asimismo, ha descubierto mecanismos hasta ahora desconocidos del desarrollo de este cáncer y ha identificado nuevos biomarcadores. Los resultados de este estudio, que se publican en la prestigiosa revista Nature, abren nuevas vías para tratamientos farmacológicos de este tumor, que con poco más de un centímetro de grosor es capaz de metastatizar.

Este hallazgo ha sido posible gracias al desarrollo de modelos de melanoma MetAlert (de metástasis, alerta), que orientan a los investigadores a la hora de buscar genes y moléculas implicadas en la progresión tumoral desde las etapas más tempranas. "MetAlert es un grupo de ratones que nos permite visualizar las metástasis antes de que ocurran y esto lo conseguimos porque estos ratones emiten luz (bioluminiscencia) cuando hay una activación patógena en los vasos linfáticos, uno de los pasos previos en la diseminación de este cáncer", explica la investigadora Marisol Soengas.

MetAlert permite además estudiar las posibles recidivas tras la cirugía y la respuesta del tumor a los fármacos anticancerígenos. "Hasta ahora, las técnicas disponibles para animales vivos son las sondas o los marcadores, que se inyectan en el tumor o en su periferia, o las basadas en la detección de células tumorales cuando ya están asentadas en otros órganos, es decir, ya iniciada la formación de metástasis", afirma la científica. En este sentido, David Olmedo, primer autor del trabajo añade: "Una de las grandes complicaciones en el seguimiento de los melanomas ha sido precisamente la falta de sensibilidad de las técnicas habituales".

A través de estos ratones bioluminiscentes, el equipo que dirige Soengas ha detectado los mecanismos que el melanoma activa ya de forma temprana para diseminarse, en parte a través de los vasos linfáticos, y ha comprobado cómo "prepara su avanzadilla" para colonizar distintos órganos. Ya hacía tiempo que los científicos sospechaban que el melanoma, antes de diseminarse, "preparaba" el terreno en los órganos que iba a colonizar. Se creía que este proceso comenzaba en la vasculatura linfática, a modo de tuberías de conducción, y seguía en los ganglios linfáticos adyacentes o ganglios centinela para después colonizar los distintos órganos. Pero esto no es exactamente así. "La primera sorpresa que nos llevamos fue que esperábamos que la luz apareciera primero en el tumor, luego en el ganglio centinela y luego ya, paso a paso, en distintos órganos. Pero lo que vimos es que el tumor se disemina a la vez en múltiples sitios y mucho antes de lo que pensábamos. Esto nos permite explicar por qué las células tumorales pueden llegar a la vez y muy tempranamente a distintas zonas del organismo", explican los investigadores.

Los científicos han identificado también al menos diez nuevas proteínas implicadas en la metástasis, entre ellas la denominada midkine, en la que se centra el trabajo, y, lo que es más importante aún, bloquearla. "Midkine es una proteína que secreta el tumor y que va por el organismo preparando el entorno para que sea favorable para que cuando lleguen las células tumorales puedan crecer y desarrollarse", comenta. En el estudio, los investigadores del CNIO describen los mecanismos por los que actúa esta molécula. "Pero lo más interesante es que hemos podido bloquearla genéticamente, inhibiendo la metástasis, algo muy importante porque las células tumorales expresan muchas mutaciones y alteraciones. Sin embargo, hemos conseguido reducir el proceso de metástasis con una sola proteína que hemos bloqueado", indican.

El trabajo incluyó estudios muy sofisticados en microscopía in vivo realizados en colaboración con el Mount Sinai School de Medicine de Nueva York, y validado con muestras de pacientes del Hospital 12 de Octubre de Madrid, que determinaron que midkine tiene un impacto fisiológico. "Hemos visto que un alto nivel de esta proteína en los ganglios linfáticos está relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar metástasis, lo que presenta esta molécula como un posible biomarcador de la agresividad del tumor", explica Soengas, quien indica que este hallazgo abre la vía a posibles nuevas dianas terapéuticas: "Aunque esto no quiere decir que podamos curar el melanoma, es un avance científico importante que abre la puerta a otros avances porque estos modelos de ratones se pueden aplicar a otros modelos de cáncer. Además, con midkine encontramos una posible estrategia para desarrollar nuevos fármacos".