La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo (TS) confirmó ayer una multa de 700.000 euros a Big Tours, S.L. por los fallos detectados en la organización de un concierto de Bruce Springsteen, celebrado el 2 de agosto de 2009 en Santiago. Tras la celebración del concierto, se sucedieron múltiples denuncias al no poder acceder al recinto más de 1.000 personas, a pesar de tener entrada, porque el espacio estaba lleno. Además, otras 5.000 tuvieron que seguirlo con problemas de visibilidad desde la ladera del monte de Gozo.

La sentencia, conocida ayer, desestima el recurso de casación interpuesto por la empresa contra el fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que redujo de 2.400.000 euros a 700.000 euros la sanción impuesta por la Consellería de Economía e Industria a dicha sociedad por no prestar el servicio contratado en las condiciones pactadas.

De acuerdo con la sentencia recurrida, la Sala Tercera afirma que ha quedado acreditada la responsabilidad de la empresa organizadora del concierto, como se comprueba en la declaración de hechos probados, por el retraso indebido en la apertura de las puertas, que se abrieron 45 minutos más tarde de la hora prevista, y por la inadecuada actuación del personal responsable de la sociedad sancionada. Queda acreditado, según la sentencia, que la empresa vendió 37.539 entradas a 65 euros cada una para el concierto que el cantante Bruce Springsteen ofreció en Santiago, pero no cumplió con las condiciones reflejadas en las entradas.