No cabe duda de que una de las preguntas que asaltan a los amantes de la lectura es qué leen sus escritores preferidos. LA OPINIÓN ha querido resolverlo y ha descubierto, entre otras cosas, que uno de los denominadores comunes entre aquellas personas que crean literatura es el gusto por disfrutarla de noche.

EFrancisco Castro. El nuevo director de la Editorial Galaxia tiene que conciliar la paternidad con su amor por la lectura. Tanto es así que ha desarrollado la capacidad de poder estar en el parque con su hija y, mientras uno de sus ojos vigila la trayectoria de los columpios, el otro presta especial atención a la novela ganadora del Illa Nova de Narrativa: A vida sinxela de Marcelo Firmamento, de Vanessa Santiago. El escritor se sintió seducido en su momento por la unanimidad del jurado a la hora de escoger entre todas las novelas presentadas y ahora que la ha comenzado, no se arrepiente para nada. "La frescura y la fluidez de su estilo me está dejando fascinado y a ella la ha convertido en una escritora con e mayúscula", afirma Francisco Castro, quien se muestra muy ilusionado por la calidad de esa obra.

EChus Pato. Una de las voces poéticas más relevantes de nuestra literatura actual aprovecha el verano para armarse con una cantidad tan grande de libros, que puede parecer que "roza el delirio", como ella misma confiesa. En un ejercicio de criba nos ha contado que se encuentra inmersa en la lectura de Una temporada en Tinker Creek, un ensayo de Annie Dillard que le regaló la escritora Estíbaliz Espinosa y que, además, fue galardonado en los años setenta con el premio Pulitzer. Admite que lo está disfrutando y que el contacto con la naturaleza y la vida salvaje que la autora ofrece, la hace apartarse de la vida convencional que viven las masas.

EPedro Feijóo. El autor de Os fillos do mar -una de las novelas del momento- cuenta de manera honesta que la obra que tiene entre las manos durante sus largas noches de verano, no la recomendaría. Aún así, revela que Sangre en los estantes, de Paco Caramasa, parece tener algunas de las claves necesarias para aquellos que, como él, se dedican a escribir novelas negras: "es como un libro técnico sin tecnicismos".

ELedicia Costas. En clave humorística, como no podía ser de otra manera, la ganadora del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil reconoce que, después de 15 años desde la primera vez que lo leyó, ha vuelto a un clásico del género negro, El silencio de los corderos, de Thomas Harris. Pese a que es un libro que "no pierde con los años", tiene miedo porque sabe que estos días le llegará la lista de las obras que tendrá que leer como parte del proceso de selección del jurado del que forma parte en un premio de literatura, trabajo que realiza paralelamente a la elaboración de su nueva novela negra.

EMiriam Ferradáns. Esta escritora, especialista en premios y certámenes de poesía, disfruta estos días de la honestidad con la que María Sánchez creó Cuaderno de campo, un poemario increíble en el que encontrar "los puntos de conexión con la naturaleza", como ella misma dice. Y debe llevar razón, porque uno de sus momentos reservados a la lectura es después de comer, cuando es complicado luchar contra el sueño, pero por el momento esta batalla la gana la lírica.

EMaría Solar. María Solar. La escritora ha optado este verano por sacar su faceta de periodista, ya que está indagando en la vida y obra de Elena Ferrante, un pseudónimo con el que una escritora italiana se mantuvo en el anonimato durante muchos años y con la que, curiosamente, compartía agente. El libro que está leyendo se titula La amiga estupenda y tiene características muy cercanas al "realismo mágico" que le encanta. Aunque María siempre ha cuidado los libros hasta el extremo, este verano ha roto esa norma y se ha atrevido a llevarlos con ella a la playa e incluso a hacerles anotaciones en las partes que más le interesan.

EDomingo Villar. El creador del famoso detective de la policía Leo Caldas rompe con los moldes y este verano ha optado por sumergirse en obras teatrales como Teatro reunido, de Eduardo Mendoza. Asegura que "leer teatro es muy distinto a leer cualquier otro género y, para mí, supone un respiro de aire fresco". Pero no todo es teatro, para despedirse no ha podido ocultar las ganas que tiene de "meterle mano" a la nueva novela de Pedro Feijoo.

EAntía Otero. Esta especialista en la investigación de los significados de las imágenes se encuentra bajo la influencia del poder de la poesía de Miriam Ferradáns, con su Dos nomes do fume. Hace especial hincapié en que la intimidad, la memoria, la familia, el lugar, la casa... son elementos que están muy presentes a lo largo del poemario y que en ella tienen un efecto especial. Aunque antes Antía solía leer mucho en la playa, ahora, siendo madre de una niña de 3 años, se pasa más tiempo entre castillos de arena, que delante de los libro. Con todo, nos ha contado que está deseando que llegue agosto, que es cuando tendrá cuatro días para ella sola y en los que "no soltará el libro", porque para ella la literatura tiene mucho que ver con el descanso: dos placeres innegables.

EDiego Ameixeiras. Otro periodista que ha decidido volver a leer la obra de Juan Marsé, especialmente los libros Un día volveré y El embrujo de Shanghai porque "me apetecía volver a verme sobre algunas historias, sobre la memoria", explica, aunque, un poco por casualidad, también está embriagado con dos lecturas ambientadas en la Guerra Civil: Días azuis, de Marcos Calveiro y Perros que duermen, de Juan Madrid. Para Ameixeiras cualquier momento es bueno para leer y el verano no es una ocasión especial, pero puede que se deba a su carácter sistemático.

EMarilar Aleixandre. Perteneciente a la Real Academia Galega (RAG), esta profesora y escritora gallega confiesa estar prendida de la obra de Olalla Cociña, poeta a la que viene siguiendo desde hace tiempo y con la que se identifica a través de los versos de Vestir a noite, entre los que destaca: "Cando soubo que o mundo estaba acabando/ deixou entrar aos peixes". "Leo durante todo el año, no puedo vivir sin leer. Cualquier momento es perfecto, aunque sin duda la noche es ideal", comenta Aleixandre, dejando muestra de su amor desmedido por la literatura.