El descubrimiento realizado por un equipo internacional que ha logrado corregir un error genético y así evitar una enfermedad hereditaria en embriones humanos no podría realizarse en España. La ley de investigación biomédica de 2007 prohíbe generar embriones ad hoc cuyo único fin sea la experimentación (como en el caso de esta investigación) aunque sí se pueden usar embriones sobrantes de procesos de fecundación in vitro previa autorización de comités específicos y con el consentimiento de los progenitores.

Para algunos expertos como Lluís Montoliu, miembro del Centro Nacional de Biotecnología y del Comité de Ética del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, "esto debería poder cambiarse, aunque primero hay que aportar razones convincentes a los diferentes grupos sociales para que se genere un nuevo consenso que actualice la ley: si no lo hacemos, estudios como el del miércoles no los podremos hacer en España y tendremos que seguir leyéndolos en revistas".

De cualquier modo, este especialista reconoce que la edición genética o la posibilidad de modificar el genoma de un organismo ha revolucionado la investigación básica en los últimos años, pero cree que el futuro de estas técnicas no está en aplicarlas en embriones sino en adultos con diversas enfermedades. "Antes de pensar en modificar embriones, con los riesgos que conlleva, debemos investigar y desarrollar tratamientos de edición genética que puedan ser útiles para los pacientes de hoy en día", señala.

Para Montoliu, el futuro de la edición genética está en la terapia génica somática, una estrategia que si bien aún está en fase de investigación ha dado en los últimos años pasos importantes: su objetivo es introducir material genético específico en células -no embrionarias- para reparar genes dañados y combatir enfermedades.

Por ejemplo, ya se ha conseguido con terapia genética -basada en las técnicas de edición genética- corregir en ratones la distrofia muscular de Duchenne: se ha reparado un número reducido pero significativo de fibras musculares afectadas y algo parecido podría plantearse en pacientes pronto, una vez los protocolos terapéuticos hayan demostrado seguridad y eficacia, detalla este investigador.

"La edición genética puede dar esperanzas para curar enfermedades que no tienen cura", resume Montoli, también investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (Ciberer).