Las perseidas son las estrellas fugaces más potentes y populares del año, y la madrugada del sábado al domingo que viene es el mejor momento para observarlas, a pesar del brillo de la luna: hay que buscar un sitio oscuro, sin obstáculos como edificios o árboles, y no hay que usar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión. Esta lluvia de estrellas también recibe el nombre popular de Lágrimas de San Lorenzo y, si la meteorología lo permite, se podrían llegar a observar en algunos momentos dos meteoros por minuto.