Nueve de cada diez alumnos gallegos con necesidades educativas especiales asociadas a una discapacidad o un trastorno grave de conducta están matriculados en un colegio ordinario, lo que sitúa a Galicia como la comunidad en la que más estudiantes de este tipo están integrados a nivel escolar (el 91,7%) y casi diez puntos por encima de la media estatal (solo el 82% acuden a colegios convencionales), según el informe Alumnado con necesidades de apoyo educativo. Curso 2015-2016 que acaba de publicar el Ministerio de Educación. Comunidad Valenciana y Navarra siguen a Galicia en integración de este colectivo ya que el 89% de estos estudiantes acude a clase en colegios ordinarios algo que solo ocurre con el 62% del alumnado en Cataluña, la comunidad con menor grado de integración.

Pese a los buenos datos que registra la comunidad gallega, el grado de integración varía en función de la discapacidad del alumno. Mientras el 99% de los estudiantes con algún tipo de discapacidad motora y el 97% de quienes tienen algún problema visual acuden a un colegio ordinario, la tasa baja al 83% si se trata de una discapacidad intelectual. Si el alumno tiene un trastorno grave de conducta, en el 98% de los casos también acude a un colegio convencional, tasa que baja al 85% si es un trastorno del desarrollo.