Su madre ya se dedicaba a la compraventa de artículos y cuando esta enfermó, con solo 16 años, tuvo que iniciarse en el oficio de anticuario. Ahora, 45 años después, el coruñés Luis Varela cuenta con dos establecimientos en los que asegura es posible "encontrar de todo". Para ello Varela no duda en recorrerse España u otros países a la búsqueda de objetos valiosos o "curiosos". Rastrea en mercadillos o desvanes y trasteros de familias que no saben qué hacer con la cantidad de objetos allí acumulados para ver si encuentra algo que pueda interesar a sus clientes. Muchos son coleccionistas o personas que buscan decorar su hogar de forma original, pero también llaman a su puerta productoras en busca de objetos para decorados. Dentro de este mundillo hay objetos más vendibles que otros. "Los relojes, santos, planchas, candiles y todo tipo de cosas de bronce o monedas salen muy bien", reconoce y asegura que ahora se lleva "los complementos de baño de loza".