Estudió Farmacia porque reunía en una sola carrera varias materias que le interesaban como Química, Biología o Fisiología y desde que se tituló ha centrado su actividad profesional en la investigación. Tras trabajar en la Fundación Jiménez Díaz, el Instituto de Salud Carlos III de Madrid o la Universidad de Newcastle en Reino Unido, Rodolfo Gómez regresó a su tierra natal y en la actualidad dirige el Grupo de Patología Musculoesquelética del instituto IDIS de Santiago. Asegura que esta profesión implica sacrificio personal —"obliga a echar muchas horas, tienen que pasar muchos años hasta poder vivir de la investigación y las condiciones laborales son precarias"—, pero también da muchas satisfacciones. "Cuando ves que has descubierto algo, que abres la puerta a algo nuevo es muy gratificante como investigador", sostiene Rodolfo Gómez, quien destaca que a la hora de investigar, los farmacéuticos tienen "ventaja" ante la "multidisciplinar y completa formación" que reciben en la carrera.

Eso sí, Gómez destierra falsos mitos y asegura que un farmacéutico no tienen por qué investigar sólo en el campo del desarrollo de nuevos medicamentos. "Es una parte de lo que se puede investigar, pero no lo único", sostiene. Él es un claro ejemplo. A lo largo de su carrera como investigador trabajó en el estudio del síndrome metabólico y la relación entre obesidad y la artrosis o en el estudio de alteraciones musculoesqueléticas. "Si se descubren los mecanismos de estas patologías se pueden hallar dianas y de forma paralela desarrollar posibles tratamientos", explica este farmacéutico que en la actualidad centra su investigación en el desarrollo de prótesis bioactivas, es decir, prótesis que una vez en el cuerpo humano permitan la regeneración

del hueso.