A partir de ahora, si no lo hacían ya como interinos, serán ellos quienes califiquen a los escolares, los que decidan si los niños o los adolescentes reúnen los estándares para superar las sucesivas evaluaciones y los que diriman si el esfuerzo realizado es digno de una matrícula de honor o si es afortunado de llegar al aprobado raspado. Son los 920 funcionarios en prácticas cuyos nombres y calificaciones aparecen en el Diario Oficial de Galicia y que han superado un concurso-oposición al que concurrían casi 14.500 aspirantes.

Lo que han demostrado quienes superaron el proceso -que no llegan a cubrir las 1.043 vacantes ofertadas por la Xunta- es que su preparación roza el notable. Al menos, su nota media, que ronda el 6,5, indica que no andan muy lejos y de hecho la calificación mayoría, en uno de cada cuatro casos, del concurso-oposición, oscila entre el 6 y el 7.

Si en total 365 opositores se convirtieron en funcionarios (por ahora en prácticas, hasta que se demuestren que son "aptos" tras su período a pie de encerado) gracias al intervalo comprendido entre esos números mágicos, 260 -el 28%- consiguieron traducir su esfuerzo en mejores notas, de 7 para arriba. De obtener entre 7 y un 8 pueden presumir 212, mientras la lista se reduce conforme sube la calificación hasta 42 con puntuaciones entre 8 y 9 y solo media docena que se merecen el sobresaliente.

Curiosamente, la mitad de los casos que se asoman a la perfección en el proceso -y que reúnen casi lo máximo que puede dar de sí tanto los exámenes propiamente dichos como el baremo que refleja sus esfuerzos de formación y su trabajo previo como interinos- son profesores que impartirán clase de Análisis y Química, que es también la especialidad escogida por Ana María López Méndez, una ingeniera química que puede considerarse el mejor expediente de esta selectividad para docentes, al lograr un 9,2224.

En el listado publicado también aparecen calificaciones del concurso-oposición que llaman la atención por encontrarse por debajo de 5. Si oficialmente un profesor no aprueba a un alumno si no alcanza al menos ese dígito simbólico, ¿qué ocurre con los docentes? La explicación es sencilla: por una parte tienen el examen propiamente dicho de la oposición, que hay que aprobar al menos con esa nota. En ese caso, es cuando se combina esa nota con el baremo, que son todos los méritos reunidos por el candidato, y como la calificación de la prueba pesa dos terceras partes y el baremo una, no es extraño que la nota de la oposición baje. Sobre todo si el aspirante no suma demasiados puntos en el baremo, lo que puede ocurrir si carece de experiencia laboral. Solo los interinos con máxima experiencia docente pueden alcanzar el 10 en esa categoría. El resto, si reúne todo lo que puede reunir (a través de formación académica permanente y otros méritos, como idiomas), puede aspirar a un 7.