Cuatro farmacéuticos tienen distribuidos todos los centros de salud de la ciudad de A Coruña para atender las necesidades de sus pacientes. Hace 20 años que el Sergas ofrece este servicio, pero Marlén Fernández —que tiene asignados los centros de salud de O Ventorrillo y Os Mallos, es decir, unas 75.000 tarjetas sanitarias— reconoce que "salvo los familiares de pacientes que hayan tenido que venir a nuestra consulta por algún medicamento especial", no todo el mundo conoce su labor e incluso hay quienes creen que se trata de una farmacia dentro del ambulatorio. "Pero nosotros no dispensamos medicamentos", explica.

"Nuestra principal tarea es la homologación sanitaria de recetas, es decir, supervisar los tratamientos con fármacos que precisan un informe especial como los del alzhéimer o un trasplante. Cada mañana vemos lo que tienen nuestros pacientes recetado y supervisamos la posología, la analítica si es preciso, etc...", sostiene Fernández, quien explica que otra de sus funciones es supervisar el tratamiento de pacientes polimedicados y atender consultas tanto de pacientes como de médicos. "Les resolvemos cualquier duda tanto en el centro de salud como por teléfono y además así aprovechamos para repasarles el tratamiento, ver que no tienen interacciones, etc...", sostiene y asegura que esta labor de orientar y vigilar al paciente debe hacerse también en las oficinas de farmacias.