Juana Rivas acató finalmente la orden judicial que la obligaba a entregar a sus hijos a su expareja, el italiano Francesco Arcuri, quien recogió en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada a los dos niños, de 11 y 3 años y que, según su abogado, encuentran bien y tranquilos. Esta vecina de la localidad de Maracena (Granada), que había mantenido durante el último mes a sus niños en paradero desconocido para evitar entregarlos a su progenitor, condenado por lesiones en 2009 y al que volvió a denunciar por malos tratos en 2016, se adelantó unas horas al ultimátum dado por la juez que lleva su causa penal.

La titular del Juzgado de Instrucción 2 de Granada dejó "sin efecto" la entrega que fijó a las 17.00 horas de ayer en el Punto Encuentro Familiar de la Junta, ya que finalmente Juana Rivas, a las 11.50 horas compareció voluntariamente ante la Guardia Civil y entregó a sus dos hijos. Algo más de una hora y media más tarde, su expareja se desplazó hasta las dependencias del instituto armado en Granada, donde se reencontró con sus hijos.

Ninguna de las partes implicadas hizo declaraciones a las puertas de la comandancia, hasta donde habían acudido los medios de comunicación, aunque posteriormente el abogado de Francesco Arcuri, Adolfo Alonso, aseguró que los niños se encuentran "bien" y están "tranquilos con su padre". Por su parte, Juana Rivas a través de un comunicado señaló que confía en la justicia y que solo busca "lo que sea más favorable para el interés superior de los menores".

El letrado de Arcuri señaló que el intercambio de los menores entre los progenitores se desarrolló de acuerdo a lo previsto y subrayó la labor de la Guardia Civil, que facilitó que los niños se marchen con el padre sin haberse visto sometidos a la presión mediática. El abogado, cuyo cliente da así por terminado el proceso para recuperar a sus hijos, detalló que al principio, los niños, y especialmente el mayor de los hermanos, estaban algo inquietos, pero que se han ido calmando. En este sentido, apuntó que el reencuentro de los menores con el padre ha sido "normal" y que han vuelto al nivel que existía antes de que Juana Rivas viajara desde Italia a España con los niños en 2016.

El letrado especificó además que los niños estarán supervisados y tutelados por el sistema italiano de protección de la infancia, que velará por su bienestar, y que cuentan con la protección de las autoridades judiciales italianas.

Según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) se mantienen "en vigor" los señalamientos fijados para que declaren como investigados la asesora jurídica del Centro de Información a la Mujer de Maracena, Francisca Granados, la psicóloga del mismo centro, Teresa Sanz, y familiares de Rivas.

Fuentes de la Fiscalía anunciaron ayer que el viernes formalizaron un recurso de apelación ante la Audiencia de Granada contra la decisión del Juzgado en funciones de guardia que el pasado martes acordó la puesta en libertad con cargos de Juana Rivas. El Ministerio Público mantiene que persiste el riesgo de fuga de esta mujer y será ahora la Audiencia, cuando se dé cuenta a las partes de este recurso, la que se pronuncie en el plazo de un mes.

Juana Rivas se encontraba en paradero desconocido desde el 26 de julio, fecha en la que incumplió la orden del Juzgado del Primera Instancia número 3 de Granada de entregar a sus hijos a Francesco Arcuri. Rivas abandonó Italia en julio de 2016, para retornar a España. Al llegar a Granada, denunció a Arcuri por malos tratos. Pero primero el juzgado se declaró incompetente, dirigiendo el proceso hacia los tribunales italianos, y después la tramitación se dilató durante varios meses, mientras en paralelo Arcuri presentaba una denuncia por supuesta sustracción internacional de menores contra Rivas. Un proceso que obligaba a la granadina a devolver a sus hijos el 26 de julio pasado. La mujer está ahora acusada de sustracción de menores y desobediencia judicial por esa huida. Tras su comparecencia la semana pasada quedó en libertad sin cargos.