La investigación en el campo del alzhéimer acaba de alumbrar un descubrimiento relevante en casi dos décadas sin avances consistentes. Un equipo europeo liderado por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha identificado una molécula capaz de actuar contra los mecanismos presentes en el desarrollo de esta enfermedad. El agente neuroprotector ya ha sido estudiado en experimentos in vitro y también con animales. El hallazgo, publicado en la revista Angewandte Chemie International Edition, abre las vías para lograr un fármaco eficaz contra la enfermedad de Alzheimer.

Hasta ahora los medicamentos que existen para tratar la dolencia protegen, cada uno de ellos, contra un desencadenante en concreto, con lo que deben suministrarse de manera combinada. Pero su eficacia es baja y paliativa, no curan ni detienen el avance de la enfermedad y además no son específicos. En cambio, la molécula descubierta, denominada MBA 354, tiene carácter multipotente, es decir, bloquea el conjunto de los mecanismos.

"En la búsqueda de nuevos fármacos para su tratamiento -del alzhéimer-, por tratarse de una patología extremadamente compleja y multifactorial, el diseño de moléculas multipotentes, capaces de actuar simultáneamente en diversos sistemas enzimáticos o receptores implicados en el progreso y desarrollo de la enfermedad, es sin duda una de las estrategias terapéuticas preferidas, adoptada ya en numerosos laboratorios de investigación", detalla Marco Contelle, investigador del Instituto de Química Orgánica General de Madrid que ha liderado el estudio. Contelle explica que "los datos globales de 2015 indican que 44 millones de personas se vieron afectadas por la enfermedad de Alzheimer, número que se estima se duplicará en 2030", con lo que el impacto del descubrimiento cobraría todavía más relevancia para la sociedad en un futuro no tan lejano. La pregunta -advierte Contelles- estriba en decidir cuáles y cuántas dianas biológicas se van a seleccionar para su diseño.

La doctora Mercedes Macías, neuróloga gallega especialista en demencia, asevera que esta es "una noticia muy buena" y "totalmente novedosa" para la investigación del alzhéimer. Aunque matiza el optimismo, pues advierte que "estamos en un terreno muy resbaladizo" porque la enfermedad todavía presenta muchas incógnitas. "Nos encontramos en una fase en la que no sabemos todos los mecanismos que provocan la enfermedad, ya que hay pacientes que pueden tener una demencia y no tener una sustancia química tóxica que suele estar presenta en los enfermos", ejemplifica. Es más, asegura que el desarrollo del alzhéimer es tan diferente que en muchas ocasiones incluso hace dudar a los médicos del diagnóstico: "Hay casos en los que la memoria apenas se ve afectada, el alzhéimer es una enfermedad muy compleja, repercute también en el reconocimiento de caras, la movilidad, el lenguaje, la expresión escrita?".

El equipo de Contelles ya presentó una solicitud de patente el pasado 23 de agosto en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Con esto podrían comenzar los ensayos preclínicos, que serán determinantes para realizar futuras pruebas en humanos. Los buenos resultados arrojados hasta ahora son un síntoma positivo, pero no concluyente, ya que su aplicación en animales y personas podría no arrojar los mismos efectos.