El sistema sanitario gallego no puntúa más que a media tabla, otro año más, en el informe que de forma anual redacta la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública con el objetivo de comparar los servicios de sanidad de las diferentes comunidades autónomas. Más allá de la nota global, Galicia está por encima de la media en cuanto a número de camas y quirófanos, pero entre las últimas comunidades por número de médicos especialistas.

Desde el año 2004, la federación analiza diversas variables para establecer esta clasificación. Se basan en datos divididos en cinco criterios (financiación, recursos y funcionamiento; política farmacéutica; valoración de los ciudadanos, listas de espera y privatización sanitaria) que, una vez ponderados, sitúan a Galicia en el grupo de servicios sanitarios regulares, la octava posición entre las 17 comunidades. El pódium de la clasificación lo lideran Navarra, País Vasco y Aragón.

Entre los datos más positivos de la sanidad gallega estarían el ratio de camas y quirófanos disponibles. Por cada 1.000 habitantes Galicia cuenta con 3,69 camas, en la séptima posición. Para las operaciones, existen 10,07 por cada 100.000 habitantes, lo que sitúa a la comunidad con el sexto mejor resultado. Sin embargo, los números de médicos especialistas están entre los más bajos del Estado, sólo 1,76 por cada 1.000 personas, en la undécima posición empatada con Cantabria. Los servicios de especialidades cuentan, sin embargo, con el octavo mejor ratio de enfermeros de especialidad, 3,16 por cada 1.000 habitantes. En la atención primaria se dispone de 0,78 médicos por cada 1.000, la sexta mejor cifra dentro del panorama estatal en el que solo Castilla y León supera el médico por 1.000 habitantes.

El informe indica también el coste medio de una estancia hospitalaria en Galicia asciende a 4.710 euros. Como es de esperar en una comunidad de población envejecida, el gasto farmacéutico es el tercero más alto del Estado, con 252,42 euros por persona, una cifra que solo superan Extremadura y Asturias. Pese a que el uso de genéricos no pasa del 19%, Galicia es la comunidad en la que menos creció el gasto farmacéutico el pasado año.