El canto del grillo. El primer canto del grillo, en el crepúsculo, es vacilante, bajo y áspero ( Platero y yo, Juan Ramón Jiménez). Vale, el primer canto será áspero, pero a ver quien no anda vacilante en el crepúsculo. Y además, una vez superada la hora crítica, ¿de dónde infiere Rosa Benito que los grillos canten mal? ¿por qué desvía la patada destinada a JorgeJa al culo del ortóptero, suponiendo que lo tenga bajo el caparazón (del insecto hablo, al humano se lo hemos visto varias veces al aire)? Tampoco hay que tomarlo en mucha consideración. La madre de Chayo no es entomóloga y su oído musical podríamos, cuanto menos, ponerlo en cuarentena. Y, aun en el supuesto de que una conviniera con su presunta afirmación - "JJ canta como un grillo"- habría de buscar otro símil. Porque, para empezar, el grillo no canta con la garganta sino frotando las alitas, lo que tiene más mérito. Y su canto no es vano, tiene su utilidad, su función en el equilibrio universal. Le sirve para reproducirse y hasta te da el parte del tiempo: cuanto más agudo es, más calor hace. Por si fuera poco, el compositor Jim Wilson grabó su sonido y descubrió que, al bajar la velocidad de la cinta, los grillos sonaban como un coro celestial. Y si no se lo cree, que se lo pregunte a Amador, que es más de campo. Y playa.

Parte médico. La velocidad de un estornudo puede superar los 60 kilómetros por hora. Cada hijo de vecino estornuda unas 400 veces al año. Multipliquen. Una persona expulsa 200 gotitas de saliva al toser o estornudar y estas se pueden expandir en un área de dos metros. Midan distancias. La risa y, atención, el canto emiten grandes cantidades de aire. Ahora céntrense en él un momento. Verán como no se entiende la polémica del concierto cancelado y la visita facultativa. El propio Bustamante lo ha explicado, que tiene voz de contratenor y una cuerda vocal que le permite 37 semitonos, marcar agudos y hasta superar el do de pecho. Y ahora imaginen a ese hombre con faringitis, piensen en los gérmenes que pueden salir, y hasta dónde, junto a una tos portentosa. Pues venga: nuestro parte médico casero. Oficioso, si quieren, pero a ver quién se arriesga. Con el efecto mariposa.

Rubias y morenas. Es el eterno dilema. La ancestral disyuntiva. ¿Rubias o morenas? El cine y la ciencia llevan siglos tratando de discernir. También Jesulín. Estudios sesudos apuntan a que las mujeres con cabello claro son más líderes que las morenas y pelirrojas y pueden tener ventaja a la hora de optar a un trabajo. Sin embargo, otras investigaciones apuntan a que el salario medio de las primeras es más bajo que el de las de pelo oscuro. Igual es por eso por lo que Campanario alterna. Para tener las ventajas de unas y otras. Nada más que por eso. Y anda el patio elucubrando sobre imitaciones y supuestas obsesiones hitchcocknianas. Cuando el matrimonio, se sabe, es más de Torrente. Que tiene su punto, pero es menos psicoanalítico.

La llave. El corazón tiene una llave, lo demás son simulacros. Esto es una cosa que repite con frecuencia Ana Obregón. Pero la artista global, que está de vuelta, ha descubierto que existen los cerrajeros. La llave, el cerrajero y lo demás, con toda su literalidad. Resulta que regresaba ella tan ufana de un almuerzo súper diver cuando cayó en la cuenta de que se había dejado las llaves dentro de casa. Y en vista de que no tenía una copia a mano (por lo de una sola llave) ni corta ni perezosa llamó a un servicio de urgencia y se tendió, cual odalisca, muy sencilla ella, a esperar, mientras se fotografiaba para inmortalizar el momento en Instagram. Si era o no metáfora, ya se verá. Por el llavero.

El medio es el mensaje. Tomemos como comodín (una vez más) a McLuhan. Si el medio es el mensaje, el 100% algodón podría convertirse en la nueva pancarta, o tablón de anuncios, o post it en la nevera amplificado, de Isabel Pantoja. La bata de cola, por definición, hechuras y ortodoxia, no admite lemas o mensajes y el chándal aeroportuario queda habitualmente cubierto por amplios chales. El último negocio familiar -hay que diversificar, habrá dicho Agustín- podría ser la impresión de camisetas con frases míticas de la tonadillera. Muy en tendencia. ¿No lo hacen la casa Dior, algunos diputados, Winona o Madonna? Pues hete. Madre e hija, según algunos, preparan el lanzamiento de una línea basada en pareados, dichos o sentencias recogidas durante años en la prensa rosa. No se trata, no, de los versos de las canciones, porque Maribel, a diferencia de Kiko, letrista no es. Pero sí ocurrente. Y si a eso le sumas la condición de it girl de Chabelita, pues ya lo tienes. Yo me pido, así de entrada, las de Los focos, a mi persona, No vas a grabarme más y la de Cómprate una vida. La de Dientes dientes no, porque a saber si no le da problemas con Cachuli. De copy.