Galicia cuenta, desde 2009, con una de las pocas unidades médicas dedicadas a la prevención y el tratamiento de pacientes con intenciones suicidas en España. Se encuentra en Ourense, y atiende a pacientes que, o bien ya han protagonizado algún intento de suicidio, o han manifestado su intención de hacerlo. Persigue un doble objetivo. "Detectar precozmente el riesgo de suicidio desde Atención Primaria y reducir los reintentos, a través fundamentalmente de terapia psicológica, para ayudar a esos pacientes a ser capaces de buscar otras alternativas", explican desde la unidad, y destacan el papel de los facultativos de Atención Primaria en la prevención del suicidio pues, aseguran, "en torno al 60% de los pacientes que consumaron un suicidio habían acudido a la consulta de su médico de cabecera en el mes anterior". "De ahí que sea tan importante formar a los profesionales de Atención Primaria -la Consellería de Sanidade ha realizado varios cursos dirigidos a este colectivo en concreto- para que puedan detectar ese riesgo y derivar a los pacientes a los especialistas de las unidades de salud mental de sus respectivas áreas sanitarias", remarcan.

En el primer año después de un intento de suicidio, "aumenta considerablemente el riesgo de volver a hacerlo", de ahí que sea "fundamental" realizar un seguimiento a esos pacientes. El tratamiento en la unidad ourensana se prolonga durante unos seis meses y, al cumplirse un año, se vuelve a hacer una revisión, con independencia de que el paciente haya sido dado de alta ya en el Servicio de Salud Mental. También se trabaja con los familias, la otra cara de los suicidios, "siempre y cuando los pacientes den su consentimiento". "Abordamos sus preocupaciones, ya que muchas veces no saben cómo manejar la situación: algunos tienen sentimientos de culpabilidad, otros de angustia, e incluso hay quienes se muestran enfadados", afirma desde la unidad. "Lo que nosotros tratamos de hacer -continúan- es tranquilizar a las familias. En este sentido, es importante que aprendan a diferenciar los factores precipitantes de las causas del intento de suicidio. Una persona no trata de quitarse la vida porque su pareja le haya dejado o por haber perdido un trabajo, hay otras causas de fondo", sostienen.