La Xunta presentó esta misma semana un plan con el que aspira a reducir la tasa de suicidios en Galicia y que incluye la actuación desde el punto de vista "multidisciplinar" y apuesta por poner el foco en la prevención, con la elaboración, por ejemplo, de protocolos para frenar las conductas suicidas en el ámbito escolar, pero también por tratar de limitar el acceso a "medios letales" y controlar los "puntos negros" en la geografía autonómica.

El documento presentado el viernes por el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, y otros miembros de su departamento, propone, por ejemplo, ante "experiencias previas" que constatan la eficacia de este tipo de medidas, localizar puntos negros en la comunidad, donde se registran varios suicidios, y establecer barreras arquitectónicas que los dificulten. En el marco de limitar el acceso a "medios letales", se aspira a controlar el volumen de fármacos, sobre todo en aquellos pacientes considerados de alto riesgo, así como intentar poner coto también a pesticidas y tóxicos a los que, sobre todo en el ámbito rural, según explicó la jefa de servicio de Saúde Mental, María Tajes Alonso, se accede con frecuencia.

En todo caso, el límite en el acceso a medios letales es solo una de las siete líneas estratégicas del plan, que suma 37 medidas. Las otras seis se centran en coordinación institucional y prevención (con un protocolo en el ámbito educativo en el que ya se está trabajando, entre otros pasos), sensibilización y concienciación, abordaje y continuidad en la atención asistencial, formación de profesionales, tratamiento posterior de los supervivientes y mejorar la investigación.

En el apartado de coordinación entre instituciones, al margen del protocolo educativo, se contemplan también programas de prevención en el ámbito social y protocolos intersectoriales, así como una comisión interdepartamental. Para profundizar en la sensibilización y la concienciación, se proponen medidas como el impulso de una guía de estilo para la información, así como campañas de concienciación social, ser "proactivos" en redes sociales y colaborar con las fuerzas del orden para "localizar comportamientos prosuicidas".

En el ámbito de prevención, se apuesta por la detección precoz de trastornos afectivos y de alcohol, elaborar guías de actuación, velar por la continuidad asistencial y por la seguridad hospitalaria, intervenciones psicoterapéuticas, así como la actualización de guías para pacientes y personas próximas, entre otras medidas. También se quiere reforzar la formación de los profesionales que intervienen en estos casos así como crear el Observatorio Galego de Suicidio.