Desde 2012 la cifra de suicidios nunca ha bajado en Galicia de los 300 casos por año y en 2016 se registraron 21 muertes autoinfligidas más, pasando de 324 a 345 casos, lo que supone un incremento del 7% con respecto al año anterior. Son algunos de los datos que explican que el Movemento Galego de Saúde Mental encabece desde hace varios ejercicios la reivindicación de un Plan de Prevención del Suicidio en Galicia, documento que presentó el pasado viernes la Consellería de Sanidade.

La última estadística del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) muestra cómo los suicidios aumentan en todas las provincias a excepción de en Lugo. Es especialmente claro en Pontevedra, donde en los dos últimos ejercicios se ha pasado de 82 a 98 muertes, un 19,51% más que en 2015. En A Coruña, el aumento fue de 153 casos a 179 (un 16,99% más) y en Ourense de 31 a 35 (un incremento del 12,9%).

Por subdirecciones, la que experimentó la mayor subida en suicidios, tanto en cifras totales como relativas, fue la de Ferrol, pasando de 20 en 2015 a los 34 del pasado año, un gran incremento del 70%. A continuación se sitúa la demarcación de Pontevedra, donde la cifra de muertes autoinfligidas experimentó un aumento del 25,81% con respecto a 2015. Le siguen en incidencia las subdirecciones de Santiago, donde los suicidios aumentaron un 16,13%; Vigo, con un 15,69%; Ourense, con 6,45% y A Coruña, zona donde el Imelga constata un incremento de estos decesos de un 2,82%. Destaca, en este escenario, el positivo resultado en la provincia de Lugo, donde los suicidios cayeron en 2016 un 43,1% con respecto al año anterior. Las tasas globales de muertes autoinfligidas se sitúan según estos últimos datos disponibles entre los 16,65 casos por 100.000 habitantes de la provincia de A Coruña y 10,8 de Pontevedra.

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Si se analiza el indicador referido a toda la comunidad gallega, se obtiene un resultado de 12,69 muertes por el citado número de población.