Con el cambio de estación tenemos que volver a la rutina y nuestro organismo debe readaptarse. Si lo asumes de manera optimista te encontrarás mejor para enfrentarte al otoño con energía. Sería interesante cambiar algunos hábitos nocivos para alcanzar tus objetivos de manera saludable pues toxinas ambientales, la falta de nutrientes y el estrés son factores que afectan al sistema inmunitario y generan alergias, dolores de cabeza, depresiones, problemas intestinales, gripes, etc. que añaden tensión a la situación que estás viviendo.

Necesitas descansar para que tu organismo se recupere de la actividad que, tanto a nivel mental como físico, has desarrollado a lo largo de día. La cantidad de sueño que cada uno necesitamos es diferente, pero debemos evitar su falta y, consecuentemente, el insomnio. Si la situación persiste y no consigues dormir adecuadamente, acude a tu médico para que valore la necesidad de administrarte un tratamiento farmacológico adaptado a tu problema y sigue sus pautas.

Reduce tu estrés porque afecta a tu calidad de vida. No pienses que sólo lo sufren los altos ejecutivos, quienes trabajan muchas horas fuera de casa o los que siempre están diciendo que tienen "mucho estrés"; también las mujeres que trabajan en casa, las personas en paro o los estudiantes se ven sometidos a grandes dosis de ansiedad. Puedes recurrir a varios trucos para minimizarlo: organizarte bien, reservar un tiempo para hacer lo que te apetezca?o no hacer nada, relativizar las preocupaciones, olvidarte de la tele, el ordenador y el móvil, relajarte practicando yoga, taichí, pilates, etc.

Evita las dietas milagrosas que no conducen a nada. Casi cada día surge una nueva que promete de todo: adelgazar, cuidar tu salud, mejorar tu piel, rejuvenecerte? pero no debes caer en esa tentación. Una de las más seguidas por las famosas y cuyas claves son consumir platos sencillos y naturales con abundantes frutas y verduras, practicar ejercicio, modificar nuestra manera de pensar y mucha relajación y meditación, propone un sistema de limpieza y desintoxicación ideado por un cardiólogo que te ayudará a eliminar las toxinas que has ido acumulando, utilizando los nutrientes más adecuados para ello.

Se basa en que nuestro organismo produce hormonas, enzimas, etc. y funciona gracias a la energía generada en la metabolización de los alimentos que ingerimos. Estos procesos son reacciones químicas en las que se forman residuos que deben ser expulsados en forma de sudor, orina, heces, etc. y, para colaborar en esa eliminación, recomienda el consumo de ciertos alimentos cuyo metabolismo favorece la expulsión de toxinas. Entre ellos:

-Arroz integral.

-Frutas enteras y de temporada.

-Zumos naturales, incluso diluidos en agua.

-Proteínas animales, fundamentalmente pescados de aguas frías como el salmón.

-Proteínas vegetales. Acuérdate de las legumbres como las lentejas.

-Frutos secos. Nueces, avellanas, almendras, anacardos, etc. y semillas de sésamo, girasol o calabaza.

-Verduras frescas preparadas cocidas, a la plancha, papillote o al vapor.

-Aceite de oliva prensado en frío. Una cucharada al día.

-Té verde como sustituto del café.

-Evitar el azúcar refinado, el exceso de cafeína, el tabaco y el alcohol.

Cuida tu alimentación, pues, aunque debes hacerlo siempre, es en momentos así cuando debes estar más pendiente de lo que comes. No te pongas a dieta sin el asesoramiento de un experto, pues eliminarás sustancias imprescindibles para mantener tu vitalidad y salud. Incluye alimentos de todos los grupos, sin olvidarte de incluir aceite de oliva, aguacates, tomates, carnes magras (cerdo, ternera, pollo sin piel, pavo, conejo, etc.), chocolate (mejor negro), frutos secos, leche desnatada, legumbres, pasta, plátanos, pescados azul, verduras, arroz, productos integrales, frutas, etc.

No es tan complicado. Te facilitamos algunas opciones sencillas y muy sanas:

-Una tostada de pan integral con una cucharada de aceite de oliva para tu desayuno.

-Una ensalada completa con aguacate y nueces.

-Aguacates rellenos de atún y tomate.

-Albóndigas con carne de cerdo y ternera en salsa de tomate.

-Dos onzas de chocolate negro como tentempié a media mañana.

-Una manzana a media tarde resulta una merienda muy sana.

-Un yogur desnatado con dos avellanas y una cucharada de miel como merienda.

-Lentejas con zanahoria, cebolletas, ajo y patatas.

-Una rodaja de salmón cocido con espárragos trigueros para tu cena.

-Un plato de pasta integral con berenjenas, ajo y tomate.

Si la situación te desborda pide cita con tu médico, ya que su ayuda puede ser fundamental. No consumas ningún medicamento (ni "productos naturales") sin su consentimiento porque la automedicación puede generar problemas. No pienses que tomarte unas vitaminas va a resolver la situación y evitar que te sientas abrumado por la llegada del otoño.