Protegido durante años en un museo al norte de París, un delicado carboncillo sobre papel que representa a una Gioconda desnuda ha abandonado su hogar para someterse al escrutinio de especialistas, que tratan de determinar si la obra salió del pincel de Leonardo da Vinci.

Serán necesarios meses de observación para determinar si el cuadro, que guarda un gran parecido con el icono del museo del Louvre, fue pintado por el maestro florentino, por alumnos suyos o por alguno de sus talentosos discípulos. De confirmarse la autoría de Leonardo, sería la única Gioconda desnuda conservada atribuida al autor.

Las primeras conclusiones de los expertos concluyen que el papel del dibujo es de la misma época en la que vivió el artista.