Mejorar la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama y de su entorno más cercano, atendiendo a sus necesidades individuales, trabajando en colaboración con ellas y haciéndolas partícipes en la toma de decisiones, es el principal objetivo con el que trabaja el personal de enfermería de la Unidad de Mama del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), situada en el Hospital Abente y Lago, que en los últimos años ha impulsado la puesta en marcha de diversas iniciativas para el tratamiento integral de estas pacientes. Y es que el cáncer de mama no solo ataca la salud, sino también una parte de la anatomía que encarna, como pocas, el erotismo del cuerpo femenino. Para millones de mujeres, la línea de flotación de la autoestima.

Un trabajo, el de promover la autonomía de esas pacientes, que empieza en el mismo momento en el que ingresan en el hospital para ser intervenidas quirúrgicamente. "Tratamos que participen de forma activa en sus cuidados para que puedan reincorporarse a su vida familiar y social lo antes posible, pues sabemos que eso les va a ayudar psicológicamente", apunta el coordinador de la Unidad, Joaquín Mosquera. A partir de ahí, surgen otras iniciativas de las enfermeras para el tratamiento integral de las pacientes con cáncer de mama, como el primer banco de pelucas de la sanidad pública gallega, que empezó a funcionar en 2010, con el apoyo de la Junta Provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en A Coruña. Un proyecto ideado para todas las mujeres del área sanitaria coruñesa que se queden sin cabello por el tratamiento, independientemente del tipo de cáncer que padezcan. Desde su puesta en marcha,

Otra de las iniciativas promovidas por las enfermeras de la Unidad de Mama del Chuac para completar un tratamiento que atiende al cuerpo, pero sin olvidar la mente, es la micropigmentación de la areola o pezón. Consiste en la realización de un tatuaje para dar color y forma a la areola, como último paso en la reconstrucción mamaria. Un procedimiento sencillo, de apenas 45 minutos, que se realiza con anestesia tópica, no requiere entrar en el quirófano ni ingresar también se puede utilizar cuando la cirugía conservadora despigmenta la areola.

Uno de los últimos retos que se han marcado las enfermeras de la Unidad de Mama del Chuac para avanzar en la mejora de la atención a las pacientes con cáncer de mama es ofrecerles la posibilidad de asistir a clases de yoga, un proyecto que se lleva a cabo gracias a un convenio entre la Fundación Profesor Novoa Santos y la Asociación Gallega de Trasplantados de Médula Ósea (Asotrame), que financia el coste de las clases. Según diversos estudios científicos, esta disciplina deportiva reduce el estrés y la ansiedad, mejora la calidad del sueño, merma el cansancio e incluso ofrece beneficios a nivel inmunológico.