El 40,3% de las familias españolas optaron por la incineración de sus familiares fallecidos en 2016, un porcentaje mayor que en 2015, cuando fueron un 36,2%, y que se espera que aumente hasta un 60% en 2025, según el informe presentado por la Asociación Nacional de Servicios Funerarios Panasef.

De los datos se desprende que este porcentaje se incrementó en los últimos años. En 2015, las incineraciones representaron un 36,25% de los casos, frente al 35% del año anterior y al 16% de hace diez años.

Para poder cubrir esta creciente demanda, España dispone de 380 hornos crematorios, el número de hornos más alto de toda Europa, según precisó Panasef.