El tiempo medio para que un paciente reciba un trasplante cardíaco urgente en España es de 7,6 días, y la supervivencia, al año de la intervención, alcanza alrededor del 74%. Son datos que se extraen del primer registro nacional de pacientes en lista de espera superurgente para trasplante cardíaco, los denominados código 0, un nivel que implica que el enfermo tiene prioridad nacional para recibir el primer órgano disponible que sea adecuado para él, porque de otra forma tendría muchas posibilidades de morir. Este registro ASIS-TC, presentado ayer, está coordinado por los cardiólogos del Hospital Universitario de A Coruña Eduardo Barge y Marisa Crespo.

El registro se ha elaborado con los datos de los pacientes a los que se les ha conectado a una asistencia circulatoria de corta duración en 16 hospitales de toda España entre 2010 y 2015, un total de 291 enfermos, y que tenían una prioridad máxima para recibir el órgano.

Barge, Crespo y el exdirector de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, explicaron ayer que conectar a un paciente muy grave a un dispositivo circulatorio "como puente" al trasplante salva vidas. Barge indicó que la idea de crear este registro surgió por el crecimiento del empleo progresivo de este tipo de dispositivos mecánicos, que sobre todo son eficaces cuando el sistema de trasplantes funciona bien, como el español, debido a que los tiempos de espera para recibir un órgano son más cortos. Estos aparatos permiten reemplazar durante un periodo corto de tiempo -unas dos semanas- la función del corazón en aquellos pacientes que están muy graves para tratar de recuperar el daño que han sufrido los distintos órganos, porque de otra manera sería muy difícil que el trasplante cardíaco funcionara.

El 79% de los pacientes en código 0 obtuvo un corazón en un tiempo medio de 7,6 días. De los 291 pacientes registrados, 54 fallecieron sin recibir un (18,6 %) y siete se recuperaron sin necesidad de trasplante (2,4 %).

Además, la supervivencia un año después de los trasplantados alcanzó el 74 %, y el 11 % de los que no recibieron un órgano.