La evolución de la matrícula en grados universitarios y en ciclos de Formación Profesional (FP) en la comunidad gallega sigue caminos distintos. Si se analizan las curvas de matriculación de alumnado de los últimos años las aulas de FP ganaron 9.000 estudiantes, hasta los más de 37.000 que figuran en la actualidad en las estadísticas de la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria. Este incremento de pupitres supone un aumento del 32% desde el curso 2007-2008, año en el que se iniciaba un periodo de recesión económica que tuvo sus efectos en el sistema educativo. La situación vivida en los campus es bien distinta, con la pérdida de un tercio de los estudiantes de grados.

La curva demográfica no ayuda a las estadísticas de las universidades gallegas, afectadas por la pérdida de población en el tramo de edad que se corresponde con la etapa universitaria. En el año 2014-2015 el número de estudiantes en los campus gallegos bajaba de 60.000 mientras que diez años atrás estaba por encima de los 80.000. Solo en este periodo la reducción de matrícula fue casi de un tercio, lo que supone la pérdida de uno de cada tres estudiantes. El escenario cambió. En el caso de las universidades el descenso en el nivel de matrícula ya se había iniciado antes, desde el curso 1999-2000, en el que el sistema universitario gallego alcanzaba un récord en volumen de alumnado, aproximándose a los 100.000 entre las tres instituciones académicas.

Pese al descenso del número de jóvenes en edad universitaria, que ha repercutido inevitablemente en el acceso a las aulas de los campus gallegos, no todo son caídas.

En los últimos años se han incorporado a primer curso de carrera más de 10.000 nuevos estudiantes, inyección que alivia el descenso en la evolución de la matriculación.

En la gráfica de FP el efecto es el contrario. El regreso de muchos jóvenes a las aulas durante la crisis económica y el aumento del atractivo de los estudios de Formación Profesional contribuyeron al incremento de la matrícula en ciclos para el estudio de un oficio. En el año 2007-2008 el índice de inscripción estaba en sus niveles más bajos, algo más de 28.000 estudiantes en las clases de los centros integrados de FP de la comunidad autónoma.

El empuje de esta modalidad de estudios se notó en pocos años, de manera que en el curso 2010-2011 se superaban los 30.000 estudiantes matriculados. La curva no paró de crecer, con más de 37.000 jóvenes que cursan ciclos en la actualidad. El estreno de estudios relacionados con el sector textil, la hostelería y la restauración, la música, el sector sanitario y farmacéutico o el ámbito de los vinos, el aceite o la jardinería ha ayudado al incremento del atractivo de esta modalidad de estudios. En el actual curso se inauguraron varios ciclos de Panadería, Confeción y Moda, Química Industrial, Mecatrónica Industrial, Soldadura y Calderería o Gestión de Ventas y Espacios Comerciales. La Consellería de Educación añadió una nueva versión con la posibilidad de estudiar ciclos dobles, como es el caso de Dirección de Cocina y Dirección de Servicios de Restauración. Esta opción permite obtener dos títulos en tres años de estudios.

La modernización de la oferta también es la principal baza de las universidades gallegas, con el objetivo de ganar estudiantes tanto del país como extranjeros. De hecho el mapa de carreras cambiará en los próximos cursos con la incorporación de grados como Ingeniería Biomédica, Diseño y Creación, Gestión Industrial de la Moda, Ciencia e Ingeniería de Datos, Paisaje, Gestión de la Información y de la Documentación Digital, Creación Digital, Ingeniería Eléctrica, Biotecnología o Criminología.