Las proyecciones de población para Galicia en el horizonte del año 2021 dejan un mensaje claro para las universidades: pierden clientes a un ritmo frenético y deben adaptarse para competir en un mercado cada vez más abierto y que trata de modernizarse al ritmo que reclaman sus estudiantes. La clave es, en la gran mayoría de los casos, atraer a estudiantes internacionales.

La evolución demográfica es arrasadora para la universidad gallega. Desde el año 2001 hasta el 2014, cuando estaban estudiando carreras 59.353 alumnos, las universidades gallegas perdieron un 37,7% de su alumnado.

En el año 2015 se matricularon en primer curso 10.430 nuevos alumnos en la comunidad gallega y al ritmo de 10.000 por año, los números no dan. La tendencia es a reducir plazas y reorientar y modernizar los estudios.

La Consellería de Educación es consciente de que la crisis demográfica es clave y eso va a limitar también el crecimiento de los fondos para el sistema universitario gallego.