Volver a clase para retomar los estudios que un día se dejaron colgados seduce cada vez a menos adultos gallegos. Pese a que con la crisis fueron muchos quienes se animaron a regresar a las aulas para obtener el título de Primaria o Secundaria -en el curso 2010-2011 hubo casi 10.000 matriculados en estas etapas-, en los últimos cinco años el número de inscritos descendió un 19,6% y este curso solo hay 6.455 matriculados en estas enseñanzas para adultos, la cifra más baja, según la estadística Datos e cifras do ensino non universitario de la Consellería de Educación, que analiza la evolución desde el curso 2002-2003.

De los matriculados este año en estas etapas, ocho de cada diez acuden a clase para obtener el graduado en ESO (5.235), la mayoría en Pontevedra (2.205), seguida de A Coruña (1.971), Ourense (534) y Lugo (525). Las ventajas de sacar Secundaria en las clases para mayores de 18 años son que los cuatro cursos se reducen a dos años (un curso por cuatrimestre) y que no se imparten materias específicas sino que los contenidos se ofrecen por bloques temáticos: el científico, el lingüístico y el social. Los otros 1.220 matriculados lo están en las bautizadas como enseñanzas básicas para adultos que llevan a obtener el título de Educación Primaria. Hay un primer nivel de alfabetización -en el que se enseña principalmente a leer y escribir o mejorar estas actividades- en donde este curso hay 680 matriculados en Galicia (190, una cuarta parte en la provincia de A Coruña) y un segundo nivel, en donde se adquieren los conocimientos correspondientes a Primaria, también en bloques temáticos y sin asignaturas definidas.

Pero si los adultos gallegos dispuestos a coger de nuevo los libros para sacarse Primaria y ESO cayeron un 20% en cinco años, el descenso llega al 29% en Bachillerato. Si en el curso 2013-2014 había 8.031 mayores de 18 que acudían a clase para mejorar su formación y obtener un título que permite acceder a la universidad o a un ciclo superior de FP, este curso la matrícula bajó hasta los 5.683. La mayoría (casi 4.000) opta por la opción de Bachillerato semipresencial o a distancia y unos 1.800 por las clases presenciales. Más de la mitad de los adultos matriculados en este nivel de enseñanza residen en la provincia de A Coruña, según los últimos datos de la Xunta.

Y mientras la matrícula cae en el resto de enseñanzas, la Formación Profesional no deja de ganar adeptos entre los adultos que deciden volver a las aulas. Los ciclos formativos convencionales cuentan este año con 12.754 matriculados, un 5,2% más que hace un lustro. Y la cifra se ha disparado entre quienes optan por un ciclo de FP Dual, una enseñanza que, para adultos, solo se ofrece desde el curso 2012-2013. Ese primer año se matricularon 14 gallegos mayores de 18 años y este curso son ya 858.

Las cifras en FP hacen que, en el cómputo general, el número de adultos que continúa su formación solo cayese un 4% en cinco años. Son poco más de 27.000 cuando se llegó a rozar los 29.000 en 2014.