Los jóvenes que se independizan son mujeres y no han completado sus estudios más allá de Primaria. El crecimiento de la población menor de 30 años que se emancipa se debe a que son las mujeres las que dan el paso. En un año, aumentó en un 7,4% el número de chicas y arrastró una subida global de las cifras que compensa el descenso en el número de hombres que se deciden a dejar la casa de sus padres, que se redujo en un 1,6%. La tasa de emancipación para las mujeres es del 23,2% mientras que la de los chicos se queda en un 15,9%.

La diferencia es más acusada aún en la evolución de los hogares jóvenes, que crecen en un 10,8% si son liderados por mujeres -con un total de 23.798- y se reducen en un 1,6% cuando la persona responsable es un hombre -en 16.453 ocasiones-. Solo en el caso de los hogares unipersonales las cifras están más equilibradas, con 5.824 para los chicos -crecieron un 31% en un año- y 5.981 para las mujeres -con un aumento del 26,5% interanual-.

La relación entre la tasa de emancipación y el nivel de estudios revela que son los jóvenes sin estudios o con Primaria los que más se animan para dejar la casa de sus padres, ya que 36,1% de ellos ya se ha mudado. Le siguen los menores de 30 que han completado sus estudios superiores, con un 23,2%. El 18,7% de los jóvenes que han terminado la ESO se han independizado, mientras que solo lo ha hecho el 14,3% de los que han terminado Bachillerato.