Estamos cansados de ver a peregrinos armados con el ya clásico bastón, las conchas de vieira e incluso alguna calabaza y, de vez en cuando, nos preguntamos, ¿por qué se repiten esos elementos? Da igual que procedan de Japón, Alemania, Argentina, México o Cataluña. El patrón simbólico es el mismo. Para comprenderlo, hay que pensar más allá de modas y, si realmente obedeciese a ellas, tendrían sus raíces en la primera guía del peregrino y del Camino de Santiago de la historia: el Códice Calixtino, datado en el siglo XII.

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