"Cuando los conflictos afectan a los padres, los riesgos para los niños se multiplican. Son los que les aportan protección, seguridad o empatía. Se puede quebrar un vínculo de seguridad. Hay que sintonizar emocionalmente con ellos", explica la directora general de la Fundación Meniños y psicóloga, Mónica Permuy, sobre los procesos de separación y divorcio. Desde su punto de vista, la situación "menos dañina" para los niños es la corresponsabilidad compartida entre los padres, ya que es la que hace que se sientan "menos desamparados".

Con el texto inicial abierto para enmiendas, Permuy considera que el "mejor texto legal" que se puede sacar será el que parta de la corresponsabilidad parental, que, bajo su punto de vista, tiene que tener el protagonismo en "todo el desarrollo" del texto. "Es la perspectiva transversal que tiene que impregnar toda la ley", indica. Sobre si debe ser o no impuesta, Permuy le resta importancia porque a su parecer hay "muchos otros elementos que analizar" dentro del desarrollo de una ley. "Hay que ver cómo queda esta cuestión. La poca adecuación de la ley no estará en la imposición de la custodia, sino en como se gestiona a lo largo del texto", considera.

Desde la visión de la Fundación Meniños es fundamental que los padres no pierdan de vista, durante la separación o divorcio, su "rol de la responsabilidad parental, el compromiso como padres". "No hay soluciones simples a problemas complejos", indica Permuy, que insiste en que el conflicto entre la pareja se puede ver desde una perspectiva "hombre-mujer" o desde el parental. "No podemos reaccionar como personas, porque tenemos el rol de madre y padre", opina.