El hospital maternoinfantil de Sant Joan de Déu (Barcelona) usará un exoesqueleto para ensayar terapias en pacientes con atrofias musculares con el fin de mejorar su calidad de vida y retrasar las complicaciones derivadas de la pérdida de fuerza y movilidad, como la osteoporosis. Los primeros en beneficiarse de este aparato, que es el primer exoesqueleto pediátrico portable del mundo, serán menores del centro barcelonés afectados por Atrofia Muscular Espinal.

Se trata de la segunda enfermedad neuromuscular más frecuente en la infancia, con una incidencia de uno por cada 10.000 bebés nacidos, y no tiene cura, por lo que los tratamientos se centran en retrasar la aparición de las posibles complicaciones.