Un mundo accesible para todos. Esta es la reclamación que realizaron ayer cientos de personas en A Coruña con motivo del Día Internacional de las Personas con DiscapacidadDía Internacional de las Personas con Discapacidad. Con el lema Baixo o mesmo paraugas, un millar de personas se concentraron en la plaza de María Pita, convocados por 28 entidades sociales de la zona, para exigir a las administraciones "un compromiso firme" a la hora de garantizar "la accesibilidad universal, no solo física sino también cognitiva" de este colectivo.

Personas con discapacidad y sus familiares, representantes de entidades de apoyo a este colectivo o incluso el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, llenaron de paraguas la plaza con el objetivo de exigir un mundo sin barreras. Tras la lectura de un manifiesto común, un representante de cada organización subió al escenario para leer un deseo.

Parte de las reivindicaciones del colectivo estuvieron relacionadas con la finalización del plazo que marca la ley para que todos los espacios públicos y edificios del país sean accesibles para cualquier persona con discapacidad. Un real decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado el 3 de diciembre de 2017 marcaba el 4 de diciembre de 2017Boletín Oficial del Estado como fecha límite para que las administraciones convirtiesen cada localidad en un mundo con accesibilidad universal. Algo que, según denuncian en diferentes colectivos, no se ha cumplido ya que muchas ciudades aún no han hecho los deberes.

A un día de cumplirse ese "horizonte" marcado (ayer), los colectivos concentrados en A Coruña denunciaron que "quedan muchas cosas por hacer" para que esa accesibilidad sea "real". No son los únicos que lo creen.

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Paraguada en María Pita por el Día de Internacional de la Diversidad Funcionali y Sensorial

"No llegamos ni de broma", afirmaba ayer el director de Accesibilidad Universal e Innovación de Fundación ONCE, Jesús Hernández, sobre el plazo que finaliza hoy. Se trata de acatar el Real Decreto Legislativo por el que se aprobó el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, que regula, aclara y armoniza las leyes en materia de discapacidad aprobadas con anterioridad y, además, da cumplimiento a la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, ratificada por España exactamente hace diez años. "Existe un variado y profuso conjunto de impedimentos que privan a las personas con discapacidad del pleno ejercicio de sus derechos y los efectos de estos obstáculos se materializan en una situación de exclusión social, que debe ser inexcusablemente abordada por los poderes públicos", señala este decreto.

Hernández afirma que cuando se aprobó la Ley de Igualdad de Oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad, hace ya catorce años, "se pensó que había tiempo suficiente, pero 2017 ha llegado más rápido de lo que se esperaba y no se va a cumplir". "Lo digo como usuario y lo avalan los estudios técnicos", apostilla.

Desde Fundación ONCE se han elaborado varios informes sobre el grado de cumplimiento en España de toda la legislación relativa a la accesibilidad. Concretamente, esta entidad presentó en 2011 el Observatorio de la accesibilidad universal en los municipios de España con la colaboración de la FEMP y el CERMI, con el que pusieron de manifiesto la baja accesibilidad en áreas urbanas, edificios y transportes de 70 ciudades españolas.

"Aunque han pasado seis años, no se ha evolucionado", lamenta este experto y autor del informe, que recuerda algunos de los aspectos más clamorosos: El 90% de los municipios tiene escaleras urbanas que no cumplen la normativa, incluso casi un tercio de las mismas no tienen barandilla; el 68% de los comercios no tienen acceso a nivel; el 67,6% de los semáforos no cuentan con un avisador; más de la mitad de los bancos de la calle no son accesibles, y en casi un 70% de las urbes hay alcorques sin cubrir o los bolardos están mal diseñados.

Hernández explica que si bien España es uno de los países europeos que destaca por su accesibilidad, también alerta de que "está retrocediendo". Concretamente, en la séptima edición del Premio Europeo ciudad accesible, no se encuentra ninguna urbe española: "Dimos un buen impulso al principio, pero nos estamos relajando".

Por ello en el día de la Discapacidad, solo había un clamor: lograr la "accesibilidad universal".