"El estrés de ser prematuro es un legado", afirma Fraga. La semana de nacimiento va a condicionar la formación de sus órganos y las posibles condiciones médicas que pueden tener tanto en los primeros años como en el resto de su vida. Sin querer trasladar la idea de que todos los prematuros van a ser enfermos, explica que el feto da prioridad al desarrollo del cerebro, por eso son habituales los problemas en los pulmones o la vista. Su organismo "se desajusta más fácilmente" ante problemas o enfermedades y los convierte en niños con tendencia a desarrollar ciertas enfermedades como la diabetes o la obesidad. Por ello, considera que "asegurar su salud es crucial" ante el aumento de casos. "Es el 10% de la población y va a demandar cuidados importantes" en los años siguientes de su nacimiento, explica. Los avances médicos permiten que un niño que nace con un kilo de peso "tenga una supervivencia del 95%", pero esto también tiene sus consecuencias en la salud de las personas que nacen prematuramente.

El coste de estos cuidados comienza ya desde el momento del parto. Mientras el conjunto de gastos que supone un parto a término varía entre los 500 y los 750 euros, en el de una madre que da a luz antes de lo previsto los costes "se multiplican por 50". "Atender, mantener y cuidar a un niño de 750 gramos cuesta más que un trasplante de corazón", resume Fraga. El neonatólogo explica que, mientras en un caso de trasplante los costes continúan durante años, cuando se trata de un nacimiento prematuro se pueden extender por toda una vida. "Estamos hablando del inicio de la vida, y cuanto mejor sea la atención mejor de estos niños mejor va a ser la calidad de la vida", apunta. Por ello, apuesta por incrementar el gasto en prevención.