Casarse por la Iglesia pierde adeptos en Galicia. Si hace una década eran mayoría quienes abandonan la soltería a través de una ceremonia religiosa, ahora la situación ha dado un giro de 180 grados. Los enlaces por la Iglesia descendieron un 63,5% el pasar de los 6.332 registrados en 2007 a los 2.310 de 2016, según los últimos datos sobre matrimonios del Instituto Nacional de Estadística que revelan que, en la actualidad, siete de cada diez parejas que decide casarse en la comunidad gallega lo hace por lo civil cuando hace una década este tipo de bodas sólo representaba el 42% del total.

La evolución ha sido similar en las cuatro provincias. A Coruña es la que registra un mayor volumen de matrimonios: 4.120 en el último año, de los que el 75,4% fueron por lo civil (3.107), frente a los 999 que se celebraron mediante ceremonia religiosa. Unas cifras que constatan que las bodas por la Iglesia bajaron un 63% en la última década. Un descenso similar al que experimentó Ourense (al pasar de 704 bodas religiosas al año a 253) y Pontevedra (de 2.228 a 764). Lugo es la que registró una menor caída: un 58% menos al pasar de 699 a 294.

Los últimos datos del INE, que acaba de publicar la estadística de matrimonios del primer semestre de 2017, revelan que la tendencia se mantiene y que la radiografía de las bodas actuales en España poco tiene que ver con la de hace solo diez años. Si en 2007 menos de la mitad de las parejas que decidían casarse (el 45%) lo hacía exclusivamente por la vía civil, ahora son mayoría: de las 68.769 bodas celebradas en los primeros seis meses de este año, ocho de cada diez fueron civiles. De hecho, en todas las provincias, estos enlaces ya superan a los religiosos aunque hay grandes diferencias entre unas y otras.

Barcelona y Girona se alzan como las provincias en donde sus vecinos son más reacios a casarse por la Iglesia ya que el 90 y el 89% de quienes contrajeron matrimonio este año lo hicieron con una ceremonia civil. Le siguen Álava o Baleares, donde más del 86% de bodas fueron de este tipo. En el lado contrario se encuentran Jaén y Ciudad Real, donde la cosa está más dividida. En la provincia andaluza, un 56% de los enlaces fueron civiles, frente al 44% por la Iglesia y en la manchega ocurre algo similar: un 57% de bodas en juzgados o ayuntamientos por un 43% con ceremonia religiosa.

En el caso de Galicia, Lugo es la provincia con mayor peso de las bodas civiles en el primer semestre del año (el 85,6%, con 334 enlaces de este tipo), seguida de A Coruña (1.282, lo que supone el 84,7% del total), Pontevedra (1.018, el 80,2%) y Ourense (233, lo que supone el 77,9%).

La estadística sobre matrimonios del INE también incluye aquellas bodas que se celebran según el rito de otras religiones: 415 entre enero y junio de este año. El grueso se concentra en las grandes ciudades y solo Barcelona y Madrid ya acaparan 63 y 41 casos, respectivamente. Tras ellas se sitúan, con mucha diferencia Alicante y Valencia, ambas con 25 enlaces según la ceremonia que marca otra religión distinta a la católica. En la comunidad gallega, este tipo de enlaces son anecdóticos. A Coruña registró cinco en el primer semestres Pontevedra tres y Lugo, otro.

A la hora de casarse y pese a que primen las bodas civiles, hay meses con más demanda que otros. Si se analizan los enlaces del primer semestre, de los más de 3.400 matrimonios contraídos en Galicia, un millar se produjeron en junio y otros 700 en mayo, frente a las 283 parejas que decidieron iniciar el año con una boda.