Dos años atrás era imposible pensar que sería posible entrar una farmacia gallega y pedir Bexsero con normalidad, como cualquier otro medicamento, y que el farmacéutico la despacharía en el momento. Las listas de espera para adquirir la vacuna contra la meningitis B eran de hasta 100 personas por oficina de farmacia. Hoy ese escenario es totalmente el contrario. Cualquier despacho tiene vacunas excedentes y las despachan al momento, sin necesidad de reservar cada una de las dosis (son necesarias entre dos, tres o cuatro para inmunizar a cada persona, en función de su edad).

Tanto en A Coruña como en Santiago o Vigo las boticas poseen vacunas "de sobra". "Dejó de haber ese apuro que había antes, hasta ahora era mucha la falta pero desde octubre o noviembre, aproximadamente, la distribuidora nos trae las que le pedimos", cuentan desde Santiago. Tienen las Bexsero, que cuestan algo más de 100 euros, esperando clientes.

Desde que se abrió la comercialización en España, en octubre de 2015, los problemas con esta vacuna fueron continuos. La escasez de stock para la elevada demanda detectada en regiones como Galicia llevó a una crisis de desabastecimiento. Los padres viajaban a Portugal en busca de la vacuna, a lo largo de 2015 esto ocurrió, manteniendo las vacunas por el camino en neveras para que no se rompa la cadena de frío. Una vez que se abrió la comercialización, las dosis enviadas a las boticas gallegas no cubrían la demanda, para nada. De modo que muchos siguieron bajando a Portugal y centenares de familias se pusieron en lista de espera. La situación para las boticas era desesperante ya que solo llegaba una dosis a la semana, con esperas de más de 50 familias.

La situación creada en Galicia fue atípica debido a los casos graves de meningitis detectados en 2015, que desataron la preocupación y el miedo de las familias. Tanto fue así que las buscaron bajo cielo y tierra, pese a las dudas que había al principio sobre la conservación de condiciones si se trasladaba de Portugal a Galicia para ponerla. "Creo que lo más normal habría sido, de paso que se compraban en el país vecino, llevar a los niños para ponerla allí directamente", expresa Mar Golpe, de la Plataforma en Defensa de la Vacuna.

En todo caso, 2016 fue todavía un año complicado, con listas de espera y en 2017, en el segundo semestre, se empezó a calmar. Durante el año que ahora termina se superaron las 100.000 dosis repartidas en las farmacias gallegas, según datos de los propios Colegios de Farmacéuticos de Galicia. En la provincia de A Coruña se superaron las 51.500 y en la de Pontevedra, las 40.000. Si se tiene en cuenta el volumen de Bexsero vendido desde el principio, se alcanzaron las 250.000 vacunas. A esto habría que sumar los datos de Portugal, si bien es difícil un método para cuantificarlas.

Durante el pasado año las incidencias han sido muy bajas, comparado con las situaciones de alarma creadas con anterioridad, sobre todo en 2015 y 2016.

No obstante, finalmente la vacuna no ha sido incluida en el calendario oficial, una de las peticiones del sector desde el principio.