Limitar tiempo en que los menores permanecen conectados a internet, bloquear aplicaciones que los padres consideran inapropiadas, monitorizar ubicaciones en las que se encuentra el pequeño o pequeña, así como saber cuáles son sus números de contacto o a quién realiza llamadas... Estas son algunas de las funciones que ya permiten los llamados "controles parentales"; es decir, aplicaciones para móviles que vigilan qué hacer el menor hace del móvil, así como vetan ciertos malos usos. Alguna de estas apps están tan evolucionadas que permiten a los menores ponerse en contacto con los padres de forma instantánea con "alertas de pánico" en caso de verse en una situación de peligro.

El forense informático del Cuerpo Nacional de Policía y presidente de la Asociación Atlantics, Santiago Rey, da la pista sobre este tipo de apps aunque reconoce: "Cuando abuelos o padres me preguntan ¿qué app de control instalo en el móvil para proteger al niño?, a menudo les respondo que mejor no se lo dejen". El experto se refería así a la responsabilidad que entraña dejar una tablet o móvil con conexión a internet y redes sociales a un menor. Pero, además de la propia web de la Asociación, Rey recomienda la web del Instituto Nacional de Ciberseguridad, que incluye guías para familias e incluso algún vídeo juego para hacer un uso más responsable de internet.

Concienciación

Concienciación, herramientas para los padres y un acuerdo colectivo por el buen uso de las nuevas tecnologías. En esas tres ideas se resume también lo que el conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, consideró necesario: "Hacer un gran pacto" social que aborde estas líneas de acción para lograr un buen uso de las redes sociales y de las nuevas herramientas tecnológicas por parte de los menores".

Se refería así el titular de Educación al auto de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra, que confirmaba un auto de un Juzgado de Primera Instancia y estimaba que un padre no cometió un delito contra la intimidad por revisar con su hija menor de edad conversaciones de WhatsApp, en este caso con su madre. El tribunal apunta que el denunciado "tiene la obligación de velar por ellos, educarles y procurarles una formación integral".

Sobre la vigilancia de los progenitores sobre el uso de estas aplicaciones por parte de sus hijos, Rodríguez atribuyó esta cuestión a un tema "de gestión familiar" y que "extralimita al mundo educativo", aunque ha considerado que los padres "tienen que ser conscientes de las herramientas que les ponen a sus hijos" en las manos, que cuentan tanto con "aspectos positivos" y beneficiosos como posibles "efectos perversos".

En concreto, defendió las medidas aplicadas en Galicia, como un nuevo documento de "Identidade dixital" que ofrece a centros y familias "una referencia" y "guías" para poder gestionar esta nueva "realidad social", marcada por el uso de medios tecnológicos y redes sociales "en edades más tempranas". "No nos ponemos de perfil", aseguró.

Estas medidas "deben implicar sin duda un gran pacto social", ha añadido, dado que "de nada vale que las familias cuestionen el uso que hacen sus hijos de las redes" si después son ellos mismos los que ponen los medios en sus manos. Rodríguez ha animado a ser "conscientes", así, de que hay "una nueva forma de entender las relaciones entre los jóvenes", que no se puede "obviar".