Un tribunal chileno confirmó el sobreseimiento de la investigación en contra del exobispo Marco Antonio Órdenes, acusado de haber abusado sexualmente de un menor en 1997, imputación por la cual el papa Benedicto XVI decidió destituirlo, informó ayer el Poder Judicial.

Durante su gestión como obispo de la ciudad de Iquique, Rodrigo Pinto denunció en 2008 a Órdenes por haber abusado de él cuando con 15 años era un acólito de la catedral de esa localidad, en un caso que golpeó duramente a la iglesia chilena. La Corte de Apelaciones de la ciudad de Iquique confirmó un fallo anterior y "decretó el sobreseimiento de la causa, tras establecer en el sumario (investigación) que no existen presunciones que permitan verificar la ocurrencia de los hechos denunciados en diciembre de 2008", indicó en un comunicado el Poder Judicial.

La polémica por este caso y otras acusaciones a religiosos empañaron la reciente visita del Papa a Chile.