Las comunidades podrán realizar este curso la evaluación final de la ESO, que marca la Lomce, durante los meses de abril, mayo y junio, según la orden anual del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por la que se regulan las pruebas, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado. La ampliación del plazo para la realización de esta evaluación, que de nuevo no será necesaria su superación para obtener el título de la etapa, es la única diferencia con respecto al curso pasado -que solo permitía hacerla en mayo y junio-, ya que el resto de características se mantienen.

Esta evaluación mantiene su finalidad diagnóstica y será muestral: las Administraciones educativas seleccionarán un número representativo del alumnado de 4º curso de Educación Secundaria Obligatoria y comprobarán el grado de adquisición de las competencias básicas en el área matemática, lingüística y social y cívica. No obstante, el Ministerio señala que si lo consideran conveniente, las comunidades podrán elevar esta muestra o hacer la evaluación final con carácter censal.

Con la finalidad de garantizar la homogeneidad y estandarización de las pruebas, sus características y diseño, el Ministerio determina los estándares a tener en cuenta en la evaluación y los pesos orientativos que corresponden a los bloques de contenidos de las materias, el tiempo de aplicación y la tipología de las preguntas. Las pruebas se realizarán durante cuatro días en el último trimestre lectivo del curso 2017-2018, aunque las comunidades con lengua cooficial podrán disponer de un día más. Cada una de las pruebas tendrá una duración de 60 minutos, con descansos entre pruebas consecutivas de un mínimo de 15 minutos. De forma simultánea a la celebración de la evaluación de ESO se aplicará el cuestionario de contexto para el alumnado, anónimo y confidencial.