Experto en hepatitis C en el colectivo de "hombres que tienen sexo con hombres" -etiquetado como HSH-, Josep Mallolas dedicará su conferencia de hoy a esta infección vírica, que despunta por prácticas como el chemsex entre personas con VIH.

-Los nuevos tratamientos contra la hepatitis C han resultado muy eficaces, ¿por qué se siguen diagnosticando nuevos casos?

-No hay otra infección vírica crónica para la que tengamos tratamiento como la hepatitis C y que curen a todos: se ha dado un vuelco a la situación. Podríamos pensar que, si tratamos a todos los enfermos, podríamos erradicarlo. Sin embargo, hay una serie de grupos de alto riesgo con elevadas infecciones. Entre ellos, el de infectados por sida que son HSH. Lo vemos en el contexto de nuevas prácticas sexuales con uso de drogas, chemsex, que empezó en grandes ciudades como Berlín o Londres... y llegó a Barcelona hace siete años, pero no es una excepción en otras zonas de España. En Galicia también se está viendo.

-¿Hay más sexo sin protección en esos grupos?

-El chemsex y las relaciones sexuales múltiples en fiestas aumentan el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual; entre otras el sida y la hepatitis C. Son fiestas que no suelen percibirse como peligrosas por el efecto lúdico de las relaciones sexuales múltiples durante horas, pero acaban derivando en falta de protección e infecciones. Ahora que tenemos tratamientos efectivos, hay algunos 'agujeros' que impiden que a medio plazo consigamos la erradicación del virus C. También hay un repunte enorme de ETS.

-¿Qué número de nuevos contagios pueden aportar estas prácticas?

-Vemos desde hace seis años, una media de entre 30 y 40 nuevos episodios de hepatitis C aguda anuales, que son solo la punta del iceberg, porque no los diagnosticamos todos. Si conseguimos cerrar ese grifo, quizás lograremos detener los nuevos contagios.