La gripe empieza a aflojar. La curva comienza a ser descente después del pico alcanzado en la primera semana de enero y que provocó la saturación de los centros de salud y de las Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Un total de 56 pacientes diagnosticados por esta enfermedad fueron atendidos ayer en este Servicio, la mitad que a principios de año. La dirección del Chuac presentó ayer el balance de su actividad asistencial, que desde hace una semana se puede consultar en la página web del Servizo Galego de Saúde (Sergas), y que revela que más de 43.000 pacientes fueron hospitalizados, en el último año, en los hospitales del complejo coruñés.

Además, las consultas aumentaron en el Chuac, contabilizándose cerca de 2.200 pacientes atendidos cada día en 2017. La lista de espera para ser intervenidos de una enfermedad grave se sitúa en 10 días, 60 si se trata de una patología de prioridad 2. El gerente del complejo hospitalario coruñés, Luis Verde, justificó ayer la utilización de la sanidad concertada después de la denuncia de un paciente que aseguró haber sido relegado al último puesto de la lista de espera tras negarse a ser derivado a un centro concertado.

Según el balance asistencial del Chuac, un total de 29.177 coruñeses aguardaban a finales del pasado año para ir a consulta con un médico especialista, pero no todos tendrán que esperar el mismo tiempo. La demora media se sitúa en 44,5 días desde que piden cita hasta que acuden al especialista, ocho menos que en 2016. Anestesiología y reanimación lidera la clasificación con la mayor espera (105,8 días), seguida de Alergología (81), Cirugía Vascular (65,8) y Neurocirugía (61,2). En el lado contrario, Obstetricia (1,7) y Radioterapia (4,4).

Por otro lado, la endoscopia digestiva se mantiene como la prueba diagnóstica con mayor lista de espera del Chuac. Los pacientes deben aguardar más de seis meses para someterse a ella (187,4 días) y la espera aumentó en tres días respecto a diciembre de 2016. Le sigue, con mayor demora, la resonancia magnética que presentaba una espera de 109,6 días en diciembre de 2017, lo que supone once días menos que el mismo periodo de 2016. Pero no todas las pruebas tienen esperas tan largas. La radiología de mama o la ecografía de tórax cuenta con una demora inferior a doce días y la electrocardiografía o la ecografía ginecológica no superan los 20 días.