Un total de 68 gallegos fallecieron este invierno debido a las consecuencias derivadas de la gripe, según datos de finales de enero facilitados por la Consellería de Sanidade. No es, por tanto, una enfermedad trivial. A la hora de analizar las causas de esta patología, el último Estudio CinfaSalud sobre Percepción y hábitos de la población española en torno al resfriado y la gripe, elaborado con el aval de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), corroboró que son los cambios bruscos de temperatura (57,5%), el contagio dentro del entorno familiar (32,9%) o laboral (20,7%) y tener las defensas bajas (23%) las principales causas por las que los españoles creen contraer resfriados o gripe. Es más, cerca del 75% de los encuestados afirma sufrir alguna de estas afecciones al menos una vez al año; incluso, uno de cada cinco españoles (20%) asegura padecerlas tres o más veces al año.

¿Gripe o catarro? Aunque ambas son enfermedades infecciosas causadas por un virus, cada una tiene su propia sintomatología. Mientras que un catarro o un resfriado permite realizar vida habitual, aunque de forma mermada porque el paciente no se encuentra igual, una gripe suele obligar a estar en la cama. El 92% de los encuestados en el citado estudio afirma conocer la diferencia a través de sus síntomas. Pero un experto aclara. "Los resfriados cursan sin producir fiebre alta, mientras que en los procesos gripales es normal la aparición de episodios febriles, que llegan incluso a oscilar entre los 38º y 40ºC, y que pueden dar origen a situaciones de mayor gravedad. También son propios de la gripe el dolor muscular o el cansancio muy acusado", asegura el doctor Javier Sánchez.

La mejor opción para evitar sus inconvenientes es la prevención. Por tanto, Sánchez da claves para evitarlos o aliviar los síntomas.

Haz click para ampliar el gráfico

Descansar lo máximo posible. Dormir las horas necesarias permite que el organismo recupere fuerzas, especialmente si se presenta fiebre.

Evitar el frío y la humedad. Dado que estos virus prefieren las bajas temperaturas y la humedad, evitar estos ambientes, así como los cambios bruscos de temperatura y las bebidas muy frías.

Lavarse las manos con frecuencia. Con agua y jabón durante al menos quince segundos. También es conveniente limpiar las superficies de la casa con productos antibacterianos.

Incluir más vitaminas en la dieta. Las frutas y verduras son fuente de vitaminas y minerales que ayudan a desarrollar defensas. Potenciarlas ayudará a recuperarte más rápido.

Beber muchos líquidos. Estos ayudan a eliminar la mucosidad, previenen la deshidratación y alivian el dolor de garganta: agua, zumos y sopas no demasiado calientes. Deben evitarse las bebidas alcohólicas.

Dejar de fumar y evitar el humo. El tabaco irrita más la garganta y las mucosas, al igual que respirar el humo de otros fumadores.

Gárgaras con limón y miel. Su acción emulgente calma el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua frente a la leche con miel, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad.

Vahos de eucalipto. Recurrir a soluciones salinas o vahos de eucalipto para aliviar la congestión. En el caso de niños pequeños, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico quince minutos antes de las comidas y antes de ir a dormir.

Buen uso de los antibióticos. Además de que no son efectivos contra el catarro y la gripe, ya que estos están causados por virus, el hecho de utilizarlos de manera incorrecta puede provocar que el organismo se haga resistente.