Ocho de cada diez niños gallegos de 12 años o incluso menos disponen de un teléfono móvil propio, mientras que el 97% de ellos está registrado en, como mínimo, una red social y el 51% tiene perfil en una. Estos son datos expuestos por el doctor en Psicología Social y profesor en la Universidade de Santiago (USC), Antonio Rial, en las jornadas Los niños y niñas de la brecha digital, Los niños y niñas de la brecha digital,organizadas por Unicef, que tuvieron lugar ayer en la Facultad de Educación de la capital gallega. Este evento puso el foco, según explicó la responsable de incidencia política y estudios de Unicef España, Cristina Junquera, en el consumo de internet y de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como un "riesgo", pero también como un "derecho" y "muchas oportunidades" para la educación de los niños.

En las múltiples conferencias participaron, también, el jefe del departamento de sociedad de la información de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), Fernando Gil; la presidenta del Consejo de Participación Infantil de Castrelo de Miño (Ourense), Edita Pousada; y la técnico en intervención social de la Fundación de Secretariado Gitano (FSG) en Galicia, Natalia Gómez. Y es que, en palabras de Junquera, internet es una herramienta para "defender derechos de los niños" como el de asociación, información o, incluso, el de construir su propia identidad. "Internet ha venido para quedarse", aseguró.

La responsable de Unicef lamentó que en España, "lejos de utilizar la red de forma equitativa", muchos jóvenes "acceden sin la información adecuada" y sin una "educación en derechos" o en "límites que no hay que sobrepasar" en el uso de las redes, como el sexting, el grooming o el ciberbullying.

Junquera incidió, además, en la formación en competencias digitales no solo para jóvenes, sino para padres y profesores con la ayuda del sector privado y las autoridades públicas. En sus palabras, esto serviría "para evitar que los riesgos se conviertan en peligros".

Rial apostó por "no demonizar" las TIC y aceptar que el uso correcto por parte de los jóvenes "no es cosa exclusiva" de ellos. "Va más allá y tenemos que abordar de forma integral por qué es una responsabilidad compartida", declaró. A su modo de ver, "no solo es necesaria" una educación en el uso responsable de las TIC, sino que, "por encima de todo" se debe educar a los niños en "competencias humanas". Y es que, según datos extraídos de una encuesta realizada a más de 50.000 niños a los que se refirió el profesor de psicología social, aquellas familias en las que los padres "supervisan, controlan, enseñan, aconsejan, ponen límites e, incluso, predican con el ejemplo", las tasas de sexting y de contacto con desconocidos son "dos o tres veces menores".