Además de dolor intenso generalizado y agotamiento, la fibromialgia puede ocasionar uno o varios de los siguientes síntomas típicos:

Trastornos del sueño. A pesar de dormir las horas suficientes, los pacientes que sufren esta dolencia pueden despertarse y sentirse todavía cansados, como si hubieran dormido apenas. También pueden experimentar dificultades al tratar de dormirse o en mantenerse dormidos.

Parestia o entumecimiento. A veces, la fibromilagia se asocia con un entumecimiento u hormigueo -por ejemplo, en las manos o los pies-. También conocida como parestesia, esa sensación se puede describir como picazón o ardor.

Sensibilidad a la temperatura. Algunos pacientes tienen frío en forma anormal, mientras que otros tienen calor también en forma anormal. A veces, se manifiesta una sensibilidad inusitada al frío en las manos o en los pies, acompañada de cambios de color en la piel. Esta condición se conoce como el "fenómeno de Raynaud".

Falta de equilibrio. Los afectados por esta dolencia también pueden padecer problemas de vértigo y/o del equilibrio que se manifiestan de varias maneras.

Síndrome de las piernas inquietas. Algunos pacientes presentan un trastorno neurológico conocido como el "síndrome de las piernas inquietas", que se caracetriza por un impulso incontrolable de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o reposando.

Malestar abdominal. Muchos enfermos de fibromilagia experimentan trastornos digestivos, dolores abdominales, gases, estreñimiento y/o diarrea.

Hipersensibilidad ambiental. Es frecuente que los afectados también sufran la hipersensibilidad a la luz, los ruidos, los olores y los cambios del tiempo.