Los estereotipos sobre las niñas y sobre las mujeres son una de las causas por las que las carreras científicas y tecnológicas registran un mayor número de estudiantes varones, según la doctora en Física y responsable de la Comisión Mujeres y Ciencia del CSIC, Pilar López Sancho. "Muchas de estas niñas que no se consideran brillantes para hacer ciencia podrían hacer un trabajo magnífico y las estamos perdiendo", lamenta.

Según López Sancho, pese a que las causas de la existencia de los estereotipos "son complejas", existen factores históricos que refuerzan el hecho de que "se haya dado más protagonista a las cualidades masculinas" sobre las femeninas. "A las mujeres se les ha apartado de la fuente del conocimiento. No podían entrar en las universidades hasta muy tarde, no podían aprender latín, que era la lengua de la ciencia, y todo eso las ha apartado. Se han incorporado a finales del siglo XIX y principios del XX con muchos prejuicios", recuerda.

Estos estereotipos, según indica en una entrevista con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, no siempre son "fáciles" de identificar: "Por ejemplo, se sabe que cuando el centro se llama escuela de informática en vez de facultad de informática hay menos mujeres. Hay algo que influye, son muchos factores".

De hecho, se muestra convencida de que "todo el mundo tiene sesgos" en esta dirección que se manifiestan ante "algunos tipos de preguntas si las preguntan de prisa", como el hecho de que generalmente "no se asocia como piloto a una señora, lo mismo un cirujano".

"Los estudios muestran que las niñas, aunque tengan mejores notas, a partir de los cinco o seis años asocian a su género que son muy agradables, muy simpáticas y muy trabajadoras, pero no brillantes. Hay algo que les estamos transmitiendo y que lo tenemos todos", manifiesta.

En cuanto a la situación actual de la igualdad en el CSIC explica que la tendencia positiva ha quedado "congelada" porque durante los últimos años han salido "muy pocas plazas" en el organismo, de forma que no se ha avanzado en el equilibrio de la plantilla.