La Administración de Donald Trump quiere convertir la Estación Espacial Internacional en una especie de empresa inmobiliaria en órbita, no administrada por el Gobierno, sino por la industria privada. La Casa Blanca planea dejar de financiar la estación después de 2024, poniendo fin al apoyo federal directo del laboratorio orbital. Pero no tiene la intención de abandonar por completo el laboratorio en órbita -que la NASA comparte con otras agencias espaciales- y está trabajando en un plan de transición que podría entregar la estación al sector privado, según un documento interno de la NASA obtenido por The Washington Post.

"La decisión de terminar con el apoyo federal directo para el ISS en 2025 no implica que la plataforma en sí será desorbitada en ese momento; es posible que la industria continúe operando ciertos elementos o capacidades del ISS como parte de una futura plataforma comercial", dice el documento. "La NASA ampliará las alianzas internacionales", añade.