El 28 de diciembre Baldomero Pestana habría cumplido cien años. Natural de una pequeña aldea lucense, está considerado como el gran retratista de la Generación del 50 de Perú. Ante su objetivo posaron escritores e intelectuales de la talla de Gabriel García Márquez, Pablo Neruda y Man Ray, músicos como el trompetista Dizzy Guillespie y cineastas como Roman Polanski.

Pero Baldomero Pestana (Castroverde, 1917-Bascuas, 2015) también ejerció el fotoperiodismo social, mostrando al mundo cómo vivían los más desfavorecidos y rescatándolos de la indiferencia social. Entre sus trabajos de denuncia destaca Villa Miseria, un encargo de Unicef en el que retrató las barriadas más pobres durante la década de los sesenta.

Pestana pasó la mayoría de su vida en Buenos Aires, donde emigró siendo un niño con su madre; Perú, donde se marchó con 39 años, y París, donde vivió y trabajó desde 1967 hasta 2008, cuando decidió regresó a su tierra de origen. Pero a pesar de ser uno de los grandes referentes de la fotografía hispanoamericana, Pestana es un gran desconocido fuera de Perú.

Ahora, Pestana, la verdad entre las manos rescata su obra a través de la mayor retrospectiva sobre el fotógrafo, organizada por el Instituto Cervantes, donde permanecerá hasta el 8 de abril, y la Fundación Cidade da Cultura, espacio al que llegará el próximo 27 de abril y donde estará hasta el 2 de septiembre, para viajar después al Instituto Cervantes de París.