El cambrés David Saborido llega los Mestre Mateo con la experiencia de haberse llevado el premio a mejor cortometraje de animación en 2016, mismo galardón por el que compite ahora con Galesauros, un proyecto en el que mezcla el folclore gallego, con dinosaurios y la presencia de Nicolas Cage o Xosé Antonio Touriñán para en tono de crítica y sarcasmo vincular a las instituciones que gestionan los derechos de autor con la supuesta desaparición del pueblo celta. Un corto que surgió de uno de los retos que se plantea el colectivo Animas anónimas al que pertenece Saborido y que celebra reuniones periódicas de expertos.

"Somos un grupo de profesionales del sector que planteamos retos, es decir, que se elaboren piezas con una serie de requisitos. En este caso más que una nominación mía es una nominación a este colectivo porque sin ellos, Galesauros no existiría", quien reconoce que ganar un premio como los Mestre Mateo da mayor visibilidad a la obra. "Hay una cobertura mediática y después hay festivales que te piden poder exhibirlo aunque no vaya en competición y yo encantado de que lo vean, creo que el arte es libre", indica este joven coruñés quien en la actualidad reconoce que sigue formándose en stop motion para crear animación con plastilina. Saborido asegura que el sector de la animación en Galicia vive "un repunte tras el bajón que supuso hace unos años la desaparición de Digra". "Ahora tenemos a gente ya consagrada como Alberto Vázquez y mucha gente nueva que yo creo que permitirá retornar a lo que fuimos porque Galicia fue una potencia europea en animación", resalta este joven, quien valora el talento tanto de veteranos como de las nuevas generaciones en este ámbito.